Una enfermera denunció que fue esposada por una oficial de la policía por negarse a realizar la extracción de sangre a un detenido en medio de una emergencia. Todo sucedió este domingo en la Unidad de Pronta Atención número 5 (UPA), en Longchamps, y se dio a conocer gracias a un video que se hizo viral en las últimas horas donde la trabajadora sanitaria pide que le saquen las esposas.
De acuerdo a lo que relataron los testigos del hecho, la enfermera, de nombre Claudia, interrumpió la tarea de extracción de sangre del detenido Francisco Corvalán por la llegada de un "código rojo", es decir una persona que había sufrido un infarto. Fue entonces que la oficial le impidió irse, le sacó las esposas al detenido, acusado de femicidio, y se las colocó a la enfermera.
Tras la difusión de las imágenes, la policía aseguró que la profesional los había recibido "de manera agresiva" y que la enfermera" se había abalanzado sobre la efectiva".
A la vez, aseguraron que la mujer se había negado a realizar los exámenes de sangre y orina indicados y reclamaba que la fuerza de seguridad le proveyera el material necesario para las tareas.
“Fue de terror lo que me pasó. Somos pocas enfermeras en las guardias porque hay muchas bajas, gente que se contagió y otros que murieron. Yo estaba finalizando mi turno, ni siquiera estaba en ese sector. Yo tenía que atender a una persona con un dolor en el pecho”, explicó en diálogo con el canal El Treceeste martes.
“Ahí me increpó la policía preguntándome qué me pensaba yo, me dijo que tenía que hacer lo que ella me decía. Me trató muy mal. Entonces le dije que tenía que atender una emergencia y que, además, nuestro trabajo no es hacer extracciones porque no somos extraccionistas. No hay en la UPA”, detalló.
“Cuando terminé de decirle eso, me fui rápido a ver al paciente que, con el interrogatorio veo que no podía perder tiempo, porque para mí era un infarto, entonces me lo llevé con código rojo. Después lo descartaron”, indicó Claudia.
“Cuando salí, me estaba esperando escondida la oficial y me tomó de atrás. Yo pensé que eran como diez personas, pero era ella sola. Le sacó las esposas al preso y me las puso a mí. Me quiso poner la dos, pero como yo luchaba, me puso solo la derecha”, detalló Claudia, donde se la ve en las imágenes esposada -de fondo se ve a un perro descansando sin tampoco entender la situación- y luego hablando por celular en una situación muy rara.