Un pastor retuvo enclaustradas a una mujer y tres niñas durante 15 años

Una mujer y sus tres hijas menores de edad fueron rescatadas por la policía de una casa de la ciudad de Eduardo Castex, a 80 kilómetros de la capital pampeana, donde un pastor las retuvo enclaustradas durante 15 años.

   La fuerza de seguridad de Castex informó ayer que las cuatro personas fueron sometidas por un hombre, un pastor evangélico, que no les permitía realizar ninguna acción sin su seguimiento y acompañamiento, y cuando se iba las dejaba encerradas hasta su regreso.

   El fiscal dispuso la detención del hombre, de 37 años, mediante un procedimiento que se realizó con extrema cautela porque el imputado amenazaba a sus víctimas con suicidarse si en su ausencia daban aviso a la policía.

   El caso se conoció por un llamado telefónico que hizo una vecina del barrio Francisco Melano, donde residían las víctimas, en el que alertaba sobre la situación que atravesaban la pareja del pastor y sus tres hijas menores de edad.

   Cuando llegaron al lugar la mujer se mostró nerviosa y atendió a los agentes por una ventana de la vivienda, desde donde confirmó lo que había denunciado su vecina, por lo que comenzó la actuación con la fiscalía que atiende a las víctimas de violencia de género.

   El operativo se llevó con cautela para evitar una reacción del pastor contra las cuatro mujeres o contra su propia integridad física.

   Tras corroborar la denuncia, el jueves al mediodía lograron sacar a la mujer con sus tres hijas de la casa, quienes en dependencia policial confirmaron que llevaban “15 años viviendo de esta manera, sin poder hacer nada sin el permiso (del pastor) y su seguimiento”.

   Frente a los policías la mujer también denunció haber sufrido violencia física, verbal y psicológica, maltrato que también padecieron las tres menores de edad.

   “No las dejaba solas ni para sacar la bolsa de la basura. Si salían de la casa, lo hacían con él al lado de ellas”, señaló el oficial principal Walter Smith. La causa puede incluir los delitos de privación ilegítima de la libertad y diferentes tipos de agresiones que haría cambiar la carátula que por ahora es de violencia de género.

   El imputado fue apresado y luego liberado, aunque se le impuso una restricción de acercamiento a las mujeres. La policía debe custodiar a las víctimas para evitar posibles represalias del pastor.