Pekín- El astronauta Zhai Zhigang se convirtió el sábado en el primer chino en caminar por el espacio tras salir de la nave Shenzhou VII, en una hazaña tecnológica con la que Pekín busca maravillar al mundo.
Pekín- El astronauta Zhai Zhigang se convirtió el sábado en el primer chino en caminar por el espacio tras salir de la nave Shenzhou VII, en una hazaña tecnológica con la que Pekín busca maravillar al mundo.
Zhai, de 41 años e hijo de un vendedor de golosinas, fue elegido para la primera “actividad extravehicular”, sacó una pequeña bandera china, ayudado por su compañero Liu Boming, quien también se asomó brevemente fuera de la cápsula.
“Me siento muy bien. Saludo al pueblo de China y a los pueblos del mundo”, dijo Zhai al salir de la nave espacial, en un logro histórico que fue transmitido en directo por la televisión estatal china.
Zhai regresó sin problemas a la nave después de unos 15 minutos. El paseo fue el momento más importante del tercer viaje espacial tripulado de China, que ha recibido una amplia cobertura de los medios.
El astronauta llevaba un traje a medida hecho en China con un costo de 4,4 millones de dólares y pesaba 120 kilogramos. Además tiene 10 capas y toma unas 15 horas ensamblarlo y ponérselo. Liu vistió un traje ruso y actuó como apoyo.
Unido a la nave con un cable, se dirigió lentamente hacia una muestra de prueba de un lubricante
sólido en el exterior de la cápsula, tomó una muestra y se la dio a Liu, explicó la agencia de
noticias Xinhua, en un experimento que espera probar la durabilidad de los materiales.
El presidente chino, Hu Jintao, habló a los astronautas al regresar a la cápsula,
felicitándolos por sus esfuerzos y deseándoles un retorno “triunfante”. “Han
hecho un gran trabajo”, agregó.
Zhai, al parecer leyendo de un texto preparado, le dio las gracias: “La misión de paseo espacial ha sido cumplida sin problemas. Por favor, estén tranquilos presidente Hu y pueblo chino”.
La arriesgada maniobra fue un avance hacia la meta de China de establecer un laboratorio espacial y luego una estación espacial de mayor tamaño. La potencia asiática quiere asegurarse de que puede intervenir en las decisiones sobre cómo se utilizará el espacio y sus potenciales recursos.
Los líderes del Partido Comunista de China también están celebrando la última misión espacial y han elogiado los logros del país en un año en el que Pekín también organizó unos exitosos Juegos Olímpicos y debió enfrentarse a un devastador terremoto en Sichuan.
Xinhua dijo que millones de personas vieron el acontecimiento en televisión, algunos en pantallas gigantes en lugares públicos.
“Vale el dinero. Muestra que nuestro país se está haciendo más fuerte, y otros países no se atreverán a abusar de nosotros”, dijo el funcionario Jian Guishan, que vio el evento con cientos de personas más en el distrito comercial de moda de Wangfujing, en Pekín.
El primer vuelo espacial tripulado de China fue en el 2003, y el segundo en el 2005. Sólo dos países más, Rusia y Estados Unidos, han enviado astronautas al espacio por sus propios medios, y Xinhua reconoció que aún están lejos de estas naciones.
El Shenzhou VII despegó el jueves y tiene programado aterrizar el domingo en el norte de la provincia de Mongolia Interior. (Reuters)