Las distintas organizaciones y agencias espaciales del mundo continúan haciendo especulaciones sobre el destino del cohete chino fuera de control que impactará contra la atmósfera terrestre. Todos coinciden en que ocurriría el próximo sábado o quizás unas horas después, pero ese es el único punto en que alcanzan un acuerdo: todavía nadie tiene precisiones sobre si podría provocar una lluvia de escombros, ni mucho menos en qué punto del planeta será el impacto.
Es habitual que la sección desechada (la primera etapa de un cohete) reingrese poco después del despegue, generalmente sobre el mar, y no entre en órbita. Pero algo falló en el Long March 5B, la etapa más grande del cohete que puso en órbita al módulo principal de la primera estación espacial permanente de China. Y avanza sin control a una velocidad de 27.600 kilómetros por hora.
"Es muy probable que los escombros del cohete caigan en aguas internacionales, la gente no debe preocuparse", dijeron analistas chinos. Pero hasta ahora todas son suposiciones.
En mayo pasado, otro cohete chino cayó de forma descontrolada en el Océano Atlántico frente a las costas de África occidental. Esta vez, se desconoce qué ocurrirá con el Long March 5B debido a que el gobierno de China aún no emite comentarios públicos sobre el reingreso de la estructura.
El diario Global Times, publicado por el Partido Comunista, dijo que la "delgada" capa exterior de aleación de aluminio de la etapa se quemará fácilmente al ingresar a la atmósfera, por lo que el riesgo para las personas es sumamente remoto. El Departamento de Defensa de Estados Unidos prevé que la estructura reingrese a la Tierra el sábado, aunque indicaron que "no se puede precisar hasta unas cuantas horas antes de su reingreso" el lugar donde se precipitará.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el miércoles que el Comando Espacial de Estados Unidos estaba "al tanto y siguiendo la ubicación" del cohete chino.
Aerospace Corp., una organización sin fines de lucro, calcula que los escombros caerán en el Océano Pacífico cerca del Ecuador, pasando por encima de ciudades del este de Estados Unidos. Su órbita abarca una sección del planeta que va desde Nueva Zelanda hasta la provincia de Terranova, en Canadá.
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El cohete Long March 5B puso en órbita el módulo principal Tianhe (Armonía Celestial) el 29 de abril. China tiene planeados otros 10 lanzamientos para transportar partes adicionales de la estación espacial. La etapa de casi 30 metros de largo sería uno de los mayores desechos espaciales en caer a la Tierra.
El cohete de 18 toneladas que cayó en mayo pasado fue el desecho más pesado en caer fuera de control desde el reingreso de la antigua estación espacial soviética Salyut 7 en 1991. La primera estación espacial de China, Tiangong-1, se precipitó en el Océano Pacífico en 2016 después de que Beijing confirmó que había perdido control de la misma. En 2019, la agencia espacial controló la demolición en la atmósfera de su segunda estación, Tiangong-2.
En marzo, los escombros de un cohete Falcon 9 lanzado por la compañía estadounidense SpaceX cayeron a Tierra sobre Washington y en las costas del Estado de Oregon.