En pleno repunte de la pandemia de coronavirus en Brasil, Río de Janeiro dio la espalda a pedidos científicos de refuerzo de las restricciones y autorizó la apertura de los centros comerciales las 24 horas del día para evitar aglomeraciones durante las compras de fin de año.
“Los shoppings y centros comerciales serán autorizados a funcionar las 24 horas del día para que la población no tenga que apresurarse y disminuya la sobrecarga en el transporte público”, afirmó el alcalde, Marcelo Crivella, en conferencia de prensa.
La medida se aplicará durante todo diciembre, precisó.
Crivella también anunció el cierre de las escuelas municipales que desde el mes pasado retomaban gradualmente y de forma voluntaria las clases presenciales de algunos grados.
El estado de Río de Janeiro y en especial su capital homónima registran desde hace algunas semanas un aumento de contagios y hospitalizaciones que empiezan a saturar nuevamente el sistema público de salud.
Un comité científico que asesora a Crivella recomendó esta semana el cierre de escuelas y playas, así como restringir los horarios en bares y restaurantes, pero las autoridades aseguran que un mayor control en la aplicación de las medidas vigentes y mayor capacidad hospitalaria serán suficientes para evitar más infectados y muertes. “Parece que estuviera todo liberado, pero no lo está”, dijo el gobernador interino del estado de Río, Claudio Castro.
Río vivió el pico de la pandemia en mayo y junio y desde entonces inició un proceso gradual de reapertura y cerró algunos hospitales de campaña ante una estabilización de la situación sanitaria.
Fuera del uso obligatorio de tapabocas en los espacios públicos, en los últimos meses la ciudad parece haber retomado su ritmo habitual, con grandes aglomeraciones en las playas, en el transporte público e incluso en eventos sociales sin medidas de protección.
Brasil, el tercer país más afectado por el flagelo detrás de Estados Unidos y la India, superó los 6,48 millones de contagios y las 175.000 defunciones.