Miércoles 11 de enero- Junto al mar. Comenzó en serio la temporada de espectáculos y no todo lo que reluce es oro ni todo lo que duele es plomo. Es evidente que la promoción negativa influye en las opiniones de quienes nada saben pero deben expresarse.
Enfrentar a Carlos Paz con Mar del Plata es fabricar una pelea entre un elefante y un burrito cordobés. No pelean los paquidermos, no de ése modo y no atacan a nadie los burritos, que solo buscan pasar lo mejor que pueden una vida de laburo mascando peperina.
Hay otra verdad de volúmenes, entradas vendidas y relación número de visitantes con número de espectadores. Ni siquiera así tiene sentido una pelea que es parte de un juego económico que, como toda cuestión crematística, demuestra el verdadero aliciente que tienen los monos para danzar. Mas claro. Está paga la promoción exagerada de un lugar y una serie de espectáculos y mal paga la defensa de otros shows.
El veterano hacedor, Lino Patalano, en el reportaje del diario local, daba argumentaciones que merecen revisarse.
"En los primeros días acá se vendieron 4.000 entradas, que no es normal ni para los mejores años". Su entusiasmo es firme: "Creo que este año va a ser una sorpresa por la diversidad de espectáculos que hay. La temporada en marcha va a tener muy buen nivel, cosa que me encantaría, para que muchos colegas que han vapuleado a Mar del Plata se tengan que guardar la lengua. Y me duele porque son pares míos, a quienes yo respeto". La agencia Télam, para quien declaraba, destacó las frases y así están. Destacadas.
Actual responsable del Maipo porteño con las primeras cifras de MDQ en la mano y con más 40 años de producción teatral en la espalda, Patalano admite: "No me preguntes por qué se vendieron tantas entradas con tanto mal pronóstico, porque el teatro no es una ciencia exacta. La gente viene si vos coincidís con lo que la gente quiere ver. En los primeros días, tengo que decir que me emocionó ver tanta gente".
Patalano es el titular del complejo ubicado en la calle San Luis 1750, en el centro marplatense, reconoce que entre las tres salas del espacio (Radiocity, Roxy y Melany) suman 40 propuestas, que van desde el tango hasta el stand up y que oscilan, de lunes a lunes, con artistas como Favio Posca, Tarico y/o Cacho Castaña, junto a la escritora chilena Pilar Sordo o el chef francés Christophe Krywonis. Guau. Hay que hamacarse.
No se frena y sube la apuesta de su pensamiento sobre el espectáculo, el éxito y las entradas vendidas. "Creo que diseñamos una temporada muy ecléctica y variada. Yo no soy sectario. Yo no creo que el arte es sólo lo que se hace en el San Martín o en los teatros oficiales", señaló.
Se define, aún enfrentando a su viejo amigo: "Es mentira que el público esté, como dice Enrique Pinti, entre los 60 años y la muerte: están también los que van de los 12 hasta los 60 y están bien vivos. Con el público de teatro hay que coincidir. El diagnóstico no existe, el único secreto es que coincidas con lo que la gente quiere ver. Y cuando hacés algo que no quiere ver, no le eches la culpa al actor, al director, a la escenografía".
No duda en la controversia para el enojo con la Vidal, ahora, como antes con Scioli. "Mi enojo no es ni con la ciudad, ni con el público, es con los políticos. No puede haber en Mar del Plata 160 espectáculos gratis. Es una falta de respeto a los que ponemos nuestra guita del bolsillo, no podemos competir contra tantas propuestas, que son de la Provincia, de la Nación, de la ciudad, de los tampones, del papel higiénico".
Patalano dobla la apuesta. "Es matar una actividad, clavarle 160 flechas en 60 días. "Si quieren cerremos los teatros y trabajemos en el invierno que a mí me va bárbaro".
El reportaje es un modo de catarsis. Entendemos. El hombre tiene el teatro en su genética. No se va, no se irá. Se enamoró de su apuesta teatral. Variada. Ecléctica. De las entradas vendidas después hablamos.