Un joven futbolista mendocino, que además trabajaba como yesero, fue asesinado con un disparo en el abdomen por otro joven que lo provocaba y lo insultaba desde hacía cinco años porque le había pegado un pelotazo y manchado la ropa durante un partido.
La víctima fue identificada como Carlos Josué Martín Vallejos, de 19 años, quien jugaba al fútbol en Huracán Las Heras además de hacer trabajos en el rubro de la construcción. Vivía en el barrio Jorge Newbery, de la ciudad de Mendoza, trabajaba como yesero en una obra de Chacras y el resto del tiempo lo dedicaba a jugar al fútbol en la reserva del Club Atlético Huracán Las Heras.
La ilusión de su familia era verlo jugar en Primera en el equipo de sus amores, pero un problema que tuvo hace unos cinco años con otro joven le marcó la vida para siempre.
Desde aquel entonces, cuando le pegó un pelotazo y le manchó la ropa en un partido, ese muchacho lo persiguió constantemente y lo insultaba cada vez que lo veía en la calle, dijeron familiares.
Todo terminó de la peor manera cuando, el pasado domingo por la noche, el joven futbolista salió de su casa junto a un amigo y recibió un tiro en el abdomen que le provocó la muerte ya en la madrugada del lunes.
“Escuchamos los tiros. Martín no se pudo tirar al piso porque estaba con su hijo”, contó uno de sus amigos.
Asimismo, la madre del joven asesinado, Claudia Vallejos, de 49 años, señaló: “Le dispararon allá enfrente”, dijo, apuntando para el barrio San Martín.
Un muchacho que presenció el ataque escuchó las últimas palabras de la víctima: “Mirá, hermano, me pegaron, me arruinaron”, fue lo que dijo el chico.
Vallejos recibió un tiro en el abdomen y fue trasladado al Hospital Lagomaggiore, donde a las dos del pasado lunes confirmaron su deceso.
“Trabajaba desde las 7 hasta las 19. Iban a pasarlo a la Primera de Huracán pero, como salía tarde del trabajo y no podía entrenar siempre, a veces se quedaba fuera”, contó su madre.
Por el caso, los allegados a la víctima señalaron que el autor del crimen es “Alberto Cortez, pero le dicen Beto” y que el problema entre ambos se inició cuando el futbolista, hace unos cinco años, vivía en el barrio Aeroparque y le pegó con la pelota en un partido y le ensució la ropa.
“El Beto le pegó una piña y lo desmayó. Después de eso siempre lo provocaba y lo insultaba cuando lo veía. Mi hijo me dijo que la semana pasada lo había correteado en moto y con un arma, pero yo no le creí. Sin embargo, hace unos días nos balearon el auto (mostró los impactos en el parabrisas y en el capó del Peugeot 504)). Yo quería salir del barrio porque sabía que me iban a matar a un hijo”, señaló la madre, que trabaja en el Registro Civil de Las Heras.
“Pedí ayuda para salir de acá (del barrio Jorge Newbery), pero nadie me ayudó. Fui a ver al intendente de Las Heras (Rubén Miranda) y le escribí tres cartas al gobernador (Francisco Pérez), pero no tuve respuestas”, afirmó Claudia Vallejos.
“Nos destruyeron la vida, nadie me quiso ayudar, nadie lo hizo”, se lamentó.