La querella pidió este lunes la pena de 22 años de cárcel para el exgobernador de Tucumán José Alperovich por abuso sexual tras la denuncia de su sobrina, quien trabajó como asesora a su lado, y por hechos que ocurrieron entre 2017 y 2018.
En el alegato también pidieron que hasta tanto se dicte la sentencia se le imponga al exgobernador de Tucumán una tobillera electrónica o custodia.
La querella pidió este lunes la pena de 22 años de cárcel para el exgobernador de Tucumán José Alperovich por abuso sexual tras la denuncia de su sobrina, quien trabajó como asesora a su lado, y por hechos que ocurrieron entre 2017 y 2018.
En el alegato también pidieron que hasta tanto se dicte la sentencia se le imponga a Alperovich una tobillera electrónica o custodia.
“Ha cometido varios hechos de abuso sexual, era su secretaria privada y sobrina segunda”, sostuvo al comienzo de su alegato la abogada Carolina Cymerman.
La víctima empezó a trabajar en octubre de 2017 para Alperovich, quien luego apuntó a disputarle a Juan Manzur la Gobernación en mediados de 2019.
El primer hecho fue el 14 de diciembre de 2017, cuando ella se trasladó a Buenos Aires con Alperovich y, terminada esa jornada, ambos fueron al departamento del exgobernador en el barrio porteño de Puerto Madero.
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Según relató la querella, Alperovich le ordenó a un colaborador hospedarse en otro departamento que él tenía lindante al que estaban él y la víctima. Luego de la cena —relató la querella— él le tocó partes íntimas de su cuerpo y la besó, pese a la negativa de ella.
Mientras la abogada seguía describiendo lo que calificó como un “ataque”, Alperovich se tomaba su rostro con las manos y lloraba.
La víctima “creyó que había zafado” pero el 27 de diciembre de 2017, otra vez en un viaje a Buenos Aires y en el mismo departamento, se repitió otra situación: la volvió a manosear en sus partes íntimas. Ella estaba “horrorizada y no podía actuar”.
“Ella se encerró en el baño, se duchó y se acostó muy angustiada”, relató la abogada sobre ese segundo episodio.
Luego ocurrieron otros tres hechos, el 9, 10 y 12 de febrero del 2018, en trasladado en vehículos en el que Alperovich iba junto a ella y acompañados por algún chofer.
En marzo de 2018 ocurrieron dos hechos en distintos domicilios de Tucumán. Uno de ellos, el 9 de ese mes, cuando Alperovich se bajó los pantalones y la violó luego de haberla manoseado. El otro el 12: “Me volvió a violar”, citó la abogada las palabras de la víctima.
Los otros dos hechos sucedieron también en marzo y hasta “le provocó lesiones en sus zonas genitales”. “Era un avasallamiento demoledor e inesperado, no estaba para eso, no se me ocurrió verlo a José con otros ojos, no tenía que salir mal y salió todo mal”, repitió la abogada las palabras de la víctima.
Luego de los hechos, la víctima acudió primero a la entidad Mujeres por Mujeres, que no le tomaron la denuncia porque le dijeron “que generalmente la víctima termina arreglando con el agresor”.
Luego se presentó en el Observatorio de Mujeres, un organismo de gobierno que atiende las denuncias del tipo, donde le "advirtieron” que era riesgoso denunciar a Alperovich. Una psicóloga que le recomendó “negociar” con el acusado: “Se le acercaron personas cercanas a Alperovich donde le ofrecieron dinero para frenar la denuncia”.
El 22 de noviembre de 2019 terminó presentando la denuncia penal y “lo primero que hizo Alperovich” fue exponer a la denunciante.