“Cuando hablamos de la estrategia de ’Covid cero’ pensamos que es insostenible, teniendo en cuenta la evolución actual del virus y nuestras previsiones”, dijo Tedros, en una conferencia de prensa en Ginebra, capital de Suiza, sede de la OMS.
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“Hemos discutido sobre este tema con expertos chinos y hemos indicado que el enfoque no será sostenible. Pasar a otra estrategia sería muy importante”, agregó el jefe de la OMS.
China impuso medidas draconianas a su ciudad más poblada y activa comercial y financieramente, Shanghái, que confinó a sus 22 millones de habitantes desde principios de abril, mientras que la circulación en la capital, Beijing, se ha restringido lentamente.
Ayer las medidas se profundizaron incluso. Shanghái arreció con más restricciones exasperando a sus residentes al suspender el servicio de las dos últimas líneas de metro (subte) que seguían operando, lo que marcó la primera vez que todo el sistema de la ciudad ha sido cerrado, de acuerdo con The Paper, un medio noticioso en la internet.
A la vez, equipos sanitarios estatales, enfundados en sus trajes protectores, han estado entrando a las viviendas de personas infectadas para rociar desinfectante, causando temores entre algunas personas sobre daños a ropas y bienes valiosos.
Las personas o familias en cuarentena por algún infectado tienen la obligación de dejar sus llaves con un voluntario de la comunidad, un nuevo requerimiento para que los trabajadores con desinfectante puedan ingresar a los hogares.
En algunas áreas, las personas han recibido órdenes de quedarse en sus casas de nuevo para un “período tranquilo” que pronto llegará, tras permitírseles salir para compras limitadas en semanas recientes,
La “estrategia de ‘cero Covid’”, en momentos en que la mayoría de los países aflojaron las restricciones y tratan de vivir con el virus, está cobrando un precio económico y humano en China.
Shanghái es la capital económica china, puerto de entrada y salida de las mercaderías. El mes pasado, las exportaciones de China avanzaron a su ritmo más bajo desde hace casi dos años (+3,9%).
El gobernante Partido Comunista, con la mira en el congreso partidario en el otoño, no ha dado indicios de que vaya a aflojar sus restricciones en el futuro inmediato.
Un video de Associated Press (AP) grabado el lunes muestra una ciudad vacía y en silencio, con apenas un auto en la calle y unos cuantos repartidores de comida en moto.
El número diario de casos en la ciudad bajó a alrededor de 3.000 el lunes, desde su pico de 26.000 a mediados de abril. La mayor ciudad de China reportó además seis nuevos decesos relacionados con el Covid-19, elevando a 553 el total de víctimas mortales del brote.
La capital del país, Beijing, inició el martes otra ronda de tres días pruebas masivas de detección del virus para millones de residentes, en un intento de evitar que un brote activo alcance la magnitud del de Shanghái. La ciudad, que el lunes registró 74 nuevos casos, ha aislado edificios y complejos residenciales, cerró unas 60 estaciones de metro y prohibió comer en los restaurantes, que solo pueden ofrecer comida para llevar y a domicilio.
A fines de la semana pasada, el gobierno del presidente Xi Jinping reafirmó que continuaba con su estrategia de ’cero Covid’, pese a la frustración creciente en Shanghái, donde habitantes confinados protestan ahora haciendo sonar sus cacerolas en las ventanas.
Shanghái ha registrado oficialmente más de 500 muertos en algunas semanas, una hecatombe para el país, donde el saldo total informado por las autoridades supera apenas los 5.000 decesos desde que inició la pandemia.
OMS
El director de situaciones de emergencia de la OMS, Michael Ryan, recordó que durante un tiempo la estrategia ’cero Covid’ posibilitó a China mostrar un resultado de pocos muertos con relación a su población.
“Es algo que China quiere proteger”, reconoció el doctor Ryan, y subrayó que frente al alza del número de muertos desde febrero y marzo es lógico que el gobierno reaccione.
“Pero todas sus acciones, como nosotros lo repetimos desde el inicio, deben ser tomadas con respeto a los individuos y los derechos humanos”, agregó.
Ryan afirmó que “hay que tener capacidad de adaptarse a las circunstancias” y a lo que van reflejando los datos.
“Tenemos que equilibrar las medidas de control con el impacto que tienen en la sociedad, el impacto que tienen en la economía, y eso no siempre es una calibración fácil”, dijo el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.
El gigante asiático sigue aplicando la misma política, pese a que el virus mutó y se volvió mucho más contagioso que la cepa original detectada en China a fines de 2019.
Maria Van Kerkhove, que supervisa la lucha contra el covid en la OMS, insistió en que era imposible detener toda la transmisión del virus en la actualidad.
“Nuestro objetivo a nivel mundial no es detectar todos los casos ni detener toda la transmisión. Eso no es posible actualmente”, reconoció.
“Pero lo que tenemos que hacer es reducir la tasa de transmisión porque el virus está circulando a un nivel de intensidad muy alto”, concluyó la funcionaria.