Un paquete de harina celeste en la góndola del supermercado es fácil de reconocer, no hay dudas de que se trata de la tradicional harina Blancaflor. Pero había otra cosa que históricamente caracterizaba al producto era la figura principal del envase, una mujer de piel negra vestida de cocinera y con una gran sonrisa. Ella es quien desapareció luego de una modificación de la marca que se definió desde Molinos, empresa dueña del ingrediente de cocina.
Con más de 60 años en el mercado, la empresa decidió aggiornar la presentación de uno de sus productos estrella. En Twitter comenzó el debate luego de que un usuario compartiera el antiguo y el actual packaging, y además mencionara la deconstrucción de la marca. Muchos celebraron este cambio, mientras otros criticaron hasta al equipo de marketing por sacar al símbolo del producto.
"La nueva normalidad deconstruida de Blancaflor quitando a la africana esclava que amasaba", escribió un usuario en la red social del pajarito, acompañado de las dos imágenes del antes y el después de la bolsa de harina. Los cerca de 1500 "retuits" y más de 20 mil "me gusta" indican la aceptación de muchas personas por el posteo, sin embargo la ironía twittera dejó en claro que muchos no estaban de acuerdo con la decisión y el comentario.
https://twitter.com/amundsenroald11/status/1396842905369780230
"Ahora sí, con unas hegemónicas manos pálidas quedó precioso el envase, especial para el paladar de los supremacistas blancos. Claro, si ves una afrodescendiente cocinando te imaginas una esclava, no podía estar en su casa", respondió un usuario, mientras que otro apoyó el punto del hombre y también expuso su opinión diciendo: "Me encanta que la gente asocie 'negro' con 'esclavismo'. El problema justamente es este".
La polémica creció cada vez más y otros alegaron "no volver a comprar nunca más" este clásico de la alacena. A su vez, algunos fueron más allá y pensaron en la estrategia marketinera ya que, según explicaron, "mucha gente reconoce al producto por la negrita. Vamos a ver cuánto pierden en el mercado solo por qué la gente deja de reconocer el producto". "¿Cómo va a dejar de reconocer el producto si el paquete es igual? Celeste con el Blancaflor blanco", sentenció una joven.
Hasta el momento, desde Molinos no expresaron opinión ni descargo alguno sobre el revuelo que se despertó en las redes sociales sobre el tema, pero si hay una cosa clara es que la publicidad, a veces, no tiene que ser tan costosa, sino que puede bastar con un simple tweet y un momento de tendencia.