Un juez denunció que le robaron de su despacho de los tribunales de San Isidro 93.000 dólares, joyas y una pistola 9 milímetros que tenía en un mueble que fue violentado, y por este hecho y otros dos robos que hubo posteriormente, un fiscal inició una causa en la que investiga la seguridad en el edificio judicial, informaron ayer fuentes judiciales.
Si bien el robo fue cometido en junio recién trascendió ayer y el denunciante es el juez Gonzalo Aquino, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro y uno de los magistrados que en 2010 condenó a la banda del Robo del Siglo, cometido en 2006 por boqueteros que saquearon las cajas de seguridad del Banco Río de la localidad de Acassuso.
Incluso, el líder de aquella banda, el uruguayo Luis Mario Vitette Sellanes, se burló ayer del juez que condenó a sus compañeros de causa. “Tal vez al juez Aquino le dio miedo guardar 93 lucas en la caja de algún banco, quedó impactado por el Robo del Siglo. Mmmm”, escribió en su cuenta de Twitter.
“Este hecho es de suma gravedad y demuestra la falta de seguridad que hay en el edificio de tribunales. Y lo peor de todo es que después del robo que sufrí en mi despacho, hubo al menos otros dos hechos más en otras oficinas del mismo edificio”, dijo ayer el juez Aquino.
El magistrado aclaró que él mismo fue quien hizo la denuncia que le dio inicio la causa y explicó que los 93.000 dólares eran de su esposa, “provienen de una herencia y esto ya fue debidamente documentado en la causa”. “Es un dinero que estaba en tránsito porque mi mujer estaba a punto de hacer una inversión. Creía que mi despacho era un lugar seguro. Por eso allí además guardaba la pistola nueve milímetros que también me robaron y de la cual soy legítimo usuario, que no tenía en mi casa por temor a que me entraran a robar y la encontraran”, dijo.
Aquino advirtió el robo y formuló el pasado 12 de junio la denuncia cuando al llegar a su despacho del tercer piso de los tribunales de la calle Ituzaingó 340, vio que el mueble donde guarda sus objetos personales estaba violentado. “Forzaron el tambor con llave y habían desmontado las puertas corredizas”, explicó.
Dentro de ese mueble, Aquino guardaba en una caja de zapatos los dólares y joyas de su familia y fuera de esa caja, pero también su pistola.
“El robo tiene todas las características de haber sido cometido por alguien que conoce el movimiento del tribunal. Hay que tener llave del tribunal, saber dónde está guardada la llave de mi oficina y saber que guardaba algún valor en ese mueble que fue violentado”, afirmó Aquino.
El hecho tuvo como principal sospechosa a una empleada de maestranza que trabaja en el tribunal, ya que según declaró el propio Aquino en la causa que ahora instruye el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, era la única persona que vio los dólares dentro de la caja.
“Nunca acusé a nadie. Lo único que le conté al fiscal es el hecho objetivo de que esta mujer, un mes antes del robo, mientras limpiaba mi oficina, levantó la tapa de la caja de zapatos, vio el dinero y me pidió disculpas”, explicó Aquino.
El fiscal Ferrari, con la autorización de esta empleada, realizó una inspección en su casa particular y allí no se encontró nada que la vincule al robo.
También se requisó la casa del policía bonaerense que custodia el tribunal y tampoco el fiscal Ferrari halló elementos que lo incriminen.
Luego del robo en la oficina de Aquino, se denunciaron otros dos hechos ocurridos en los despachos de un defensor oficial y de la secretaria de un juzgado, de donde con una metodología similar faltó dinero y algunos objetos personales.
El fiscal Ferrari cuenta con una prueba que podría ser clave, ya que encontró en la puerta del armario violentado del juez Aquino una huella digital que podría ser del autor. Ese rastro ya fue comparado con las huellas de la empleada y del policía sospechosos y los cotejos dieron negativo.
Aquino es ex cuñado de Marcelo Tinelli, ya que es hermano de Soledad Aquino, la primera mujer del conductor de TV y vicepresidente del club San Lorenzo.
Además de haber participado del juicio por el Robo del Siglo, Aquino es uno de los jueces que en 2012 condenó a prisión perpetua a Jorge Luis Lubrano, un pai umbanda descuartizador; en 2013 condenó en un juicio abreviado a 13 años y 4 meses de cárcel a Horacio Barretto, el único de los detenidos mayores que participó en el robo y tiroteo en la casa del conductor de radio Angel “Baby” Etchecopar, y en 2014 sentenció a prisión perpetua al comerciante Alejandro Reynoso por el crimen de Solange Aguirre, la chica que en 2012 apareció decapitada en una isla de la provincia de Entre Ríos.
Antes de ser designado juez de tribunal oral, Aquino tuvo trayectoria como fiscal en San Isidro, y fue quien se hizo cargo de la causa por el crimen de María Marta García Belsunce, después del primer juicio en el que el viudo Carlos Carrascosa fue condenado.