La docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la semióloga Olga Corna, reflexionó hoy acerca de la aparición de Gastón Aguirre, el delincuente que asaltó a un turista canadiense y fue filmado desde una cámara GoPro colocada en el casco de la víctima. El video recorrió el mundo, el ladrón fue detenido, luego liberado y ayer por la tarde estuvo en el programa de Mauro Viale.
En diálogo con el programa "El primero de la mañana" de La Ocho, Corna estimó que lo ocurrido es "apología del delito", que situaciones como estas provocan indignación en la población que observa como el delincuente no es sancionado. Además condenó al programa que decidió dar espacio a Aguirre. "Creo que hay una inversión de valores, todo está al revés, el tema grave es que el medio en vez de instalar el valor, lo que hace es instalar el desvalor".
"El tema es que una persona que está fuera de la ley, puede tener un espacio televisivo para explicar porque no está dentro de la ley, eso es lo más grave desde los medios de comunicación, es apología del delito. Desde el punto de vista discursivo se le da espacio al que infringe la ley y no al que tiene otros problemas", dijo.
En ese sentido apuntó al argumento utilizado por Aguirre. "El señor ha salido a robar porque era el cumpleaños del hijo, y esto habilita a que todos los que tengamos cumpleaños de familiares y no estemos en condiciones económicas para hacer un regalo, podamos infringir la ley porque total no nos va a pasar nada. E incluso pasemos a ser un objeto televisivo para ser reporteado. Desde todo punto de vista es una falta de respeto hacia la sociedad que intenta organizar otros valores".
La investigadora dijo es comprensible esto eleve el rating ya que tiene que ver con mostrar este hecho como un reality. "Aparece en un tipo de programa determinado, lo bizarro es una característica de Mauro Viale", dijo para expresar que está segura otros programas "tuvieron reparos éticos" y no aceptaron que Aguirre aparezca en cámara.
Además Corna señaló la responsabilidad del medio. "Delinquir por necesidad, es igual delinquir. Supuestamente el medio de comunicación organiza, determina formación de opinión pública, plantea valores".
Sucede que "está distorsionado el punto de vista de los derechos humanos que tenemos hoy, él tiene un derecho humano de hablar, del tema que lo aqueja por el que realiza determinadas conductas. Tenemos invertidos los valores, a costa del rating se quiebra el contrato establecido por el cual hay valores que deben ser sostenidos".
"El problema es que se transformó en anacrónico y vetusto lo lógico y lo normal para una sociedad. Escuchamos al señor haciendo apología del delito, y somos como país viralizados al mundo través de un video en redes sociales de un robo que no es común,es con arma, violento, que pudo haber terminado en otra cuestión", siguió.
"Que se habilite a que pueda ser explicado por quién lo provocó, implica que se perdieron los límites", indicó la profesora universitaria.
"Siempre hubo morbo, resultó más interesante mirar la cabeza reventada de una persona que mirar quien ganó un premio por estudiar más. Lo que no existió tan expuesto es esta igualdad de derechos ante cuestiones sociales sobre los que una sociedad está al menos intentando generar algún contralor", cerró.
Y por último se preguntó: "¿Terminó el programa y el señor se volvió a la casa? Porque supongamos que la aparición en televisión colabora para que el señor vaya preso, podría ser, pero no, se fue a su casa".