El incendio del edificio de viviendas habitada por inmigrantes turcos en la ciudad alemana de Ludwigshafen, donde murieron cinco chicos y cuatro adultos, podría haber sido intencional. Así lo cree la policía, quien investiga a grupos de ultraderecha.
"Estamos barajando todas las hipótesis posibles y siguiendo todas las pistas", dijo un portavoz de la comisión especial de 50 expertos que se creó para investigar las causas de la tragedia, que se produjo en plena celebración de las fiestas de carnaval.
Fuego en un cochecito. La tesis de un incendio deliberado, eventualmente con un trasfondo racista, se basa en las declaraciones de una chiquita de unos ocho años que en un canal de televisión aseguró haber visto cómo un hombre prendía fuego a un cochecito para bebés, poco antes de que declarara el incendio.
Inmediatamente después de conocer la declaración de la pequeña testigo, diversas organizaciones de la comunidad turca en Alemania exigieron "una investigación a fondo" de lo sucedido. Kenan Kolat, presidente de la federación de asociaciones turcas, afirmó que le prestaba credibilidad a la niña.
También el presidente de Turquía, Abdullah Gul, instó a las autoridades alemanas a realizar una investigación "meticulosa", haciendo referencia a anteriores ataques que la comunidad turca en Alemania sufrió por parte de neonazis y otros extremistas de ultraderecha.
El caso causó conmoción porque las imágenes registraron el momento en que una pareja arrojaba del cuarto piso a su beba de nueve meses llamada Onur. Desesperados, y para salvarloade las llamas, la tiraron a los brazos de un bombero que la recibió. El hombre cayó y se golpeó la cabeza: está internado.
Los padres de la beba se salvaron, aunque la madre tuvo que ser internada por quemaduras. l
Por Martín Stoianovich