Cuatro jóvenes bomberos brigadistas de Defensa Civil de la provincia de Salta murieron atrapados por fuego del incendio forestal que combatían, según muestra un video con imágenes espeluznantes, grabado con un teléfono celular por uno de ellos.
Cuatro jóvenes bomberos brigadistas de Defensa Civil de la provincia de Salta murieron atrapados por fuego del incendio forestal que combatían, según muestra un video con imágenes espeluznantes, grabado con un teléfono celular por uno de ellos.
El 28 de octubre de 2014, cuatro brigadistas de un grupo perteneciente al cuerpo de Defensa Civil de la provincia de Salta fallecieron calcinados en un feroz incendio que consumió gran parte de un bosque en la localidad salteña de Guachipas.
Ayer, a diez meses de lo ocurrido, el diario salteño El Tribuno publicó el terrible video que fue encontrado en el celular de uno de los bomberos muertos y donde se ve el trágico final de los efectivos en pleno combate contra las llamas.
El material salió a la luz recién ahora, sólo por casualidad: el teléfono LG que se había salvado de las llamas fue devuelto, algo achicharrado y sin peritar, a la familia de Martín Albarracín; su hermano, David, que nunca dejó de buscar justicia, encontró los espeluznantes registros audiovisuales en la memoria del aparato.
Los familiares de las víctimas exigen que se determinen las responsabilidades del hecho: aducen que los responsables de seguridad incumplieron deberes y normas básicas para preservar a los brigadistas.
La estremecedora grabación empezó a correr a las 12.11 del 28 de octubre del año pasado. Es un testimonio fehaciente del momento en que los cuatro bomberos murieron en Guachipas.
En la memoria del celular quedó grabado otro video, que muestra el acercamiento de la cuadrilla a la zona de incendio, a las 11.27, con desinteligencias, ya que se escucha a Albarracín reclamarle a un compañero por el descuido de las herramientas.
Las desinteligencias tienen tu origen en la evidente falta de planificación del operativo. En este video, que se tomó en la parte alta de la serranía donde 44 minutos después los cuatro jóvenes murieron calcinados, se observan llamas que se levantaban, desde la ladera opuesta, hasta varios metros por encima del monte nativo. No quedan dudas de que era un incendio de nivel tres (de gran magnitud) y de que los responsables de la seguridad de los brigadistas de la Subsecretaría de Defensa Civil de la Provincia, ausentes en el lugar, incumplieron deberes y normas básicas con consecuencias funestas.
El horror. Son 96 segundos de horror en los que se observa la desesperación de las víctimas y se escuchan gritos desgarradores -producto del efecto de las llamas- que estremecen porque marcan la desesperante agonía de los cuatro jóvenes bomberos: Martín Albarracín, de 27 años y dueño del móvil que grabó las imágenes; Víctor Ferreyra, de 37; Matías Daniel Vilte, de 22, y Mauricio Valdez, de 27.
"Corré, Vilte, corré... Corré, la puta madre... Corré!". El fuego los empieza a devorar. El estrépito de las llamas crece. Los gritos son desgarradores. El celular de Martín Albarracín graba las espeluznantes escenas con secuencias caóticas. El empieza a quemarse e intenta, desesperadamente, ponerse un guante.
En una imagen invertida, el teléfono del bombero muestra a dos de sus compañeros atrapados entre los ardientes arbustos. A uno de ellos, el encargado de la cuadrilla, Víctor Ferreyra, se lo ve con casco rojo. Otro brigadista aparece sin casco. A pocos metros, con su espalda flameante, Martín se desploma.
El teléfono celular sigue filmando, inmutable. Se ve pasar a otro brigadista, tambaleante, en el fondo de la imagen. Su ropa, supuestamente ignífuga, arde, y él lucha contra las llamas que la consumen. En segundos, la lente del celular empieza a derretirse. Las imágenes se desvanecen. El horror, no.