A casi dos años de su desaparición, no se han registrado aún avances de ningún tipo para dilucidar el caso de Graciela Quiroga, la docente directora de escuela de la localidad de Pavón que el 23 de febrero de 2014, a su regreso de unas vacaciones, desapareció sin dejar rastros luego de descender en la estación de ómnibus de Rosario, del micro que la trasladó de regreso desde Mar del Plata.
El caso ofrece aristas polémicas. Familiares de Quiroga se cuestionan hoy en primer término por qué la investigación de la causa está paralizada, pero también se plantean otros interrogantes como cuáles son las razones por las que no se ordenó un análisis de ADN de un cadáver femenino irreconocible hallado en la zona de Máximo Paz en septiembre del 2015 y que podría corresponderse en edad con el de la desaparecida docente.
Desde la delegación Rosario del Centro de Asistencia Judicial de la provincia (CAJ), un espacio de asesoramiento para víctimas que cuenta con delegaciones en Rosario, Santa Fe, Tostado, Vera y Reconquista, su director de Planta, Roberto Lamas, acompañado por la directora provincial, Zulma Rivera, indicaron a LaCapital que "no podemos tomar la desaparición de la docente de Pavón como una decisión voluntaria" y, al igual que las profesionales de la dependencia que están afectadas al caso —una abogada, una psicóloga y una trabajadora social— destacaron que su accionar "debe limitarse a la voluntad y a la participación en el esclarecimiento del hecho que manifiesten los familiares de la mujer desaparecida". En tal sentido explicaron que al CAJ no les corresponde pronunciarse sobre avances o retrocesos del proceso.
Mientras desde el CAJ se señaló que el caso puede caratularse hasta el momento, como de búsqueda de persona, y que "preocupa el no esclarecimiento de la desaparición", un elemento que molesta a los familiares de Quiroga es la débil campaña desarrollada en los medios por la Justicia y las fuerzas de seguridad para contribuir a hallar a esta mujer. Efectivamente, la foto de la mujer desaparecida no se incluye en las carteleras de personas buscadas que habitualmente se sitúan en terminales de pasajeros aéreas o de ómnibus o en puestos fronterizos o en los espacios de los medios de comunicación destinados a tal fin.
Cuestionamientos. En una consulta de este diario, Graciela Rodríguez, cuñada de la mujer desaparecida y madre de las hermanas Jorgelina y Nadia Quiroga EM_DASHque fueron quienes se acercaron al CAJ en busca de ayuda para esclarecer el hechoEM_DASH, manifestó sus diferencias con la fiscal Valeria Pedrana a quien cuestionó por no reactivar la causa.
La cuñada de Quiroga comenzó en Villa Constitución una campaña para que el Ministerio de Justicia de la Nación active los protocolos de búsqueda de persona para dar con el paradero de la docente desaparecida. Así lo informó el diario villense El Sur, que señala que "a dos años de la extraña desaparición de la directora de la Escuela 6.076 "Unidad Nacional" de Pavón, Rodríguez, envió una carta al organismo nacional y a la vez creó una petición para juntar firmas que respalden su reclamo en la plataforma Change.org".
Los hechos. Al regreso de unas cortas vacaciones en Mar del Plata, Quiroga tenía previsto descender en Villa Constitución EM_DASHsu pueblo, Pavón, se halla a escasos 10 kilómetrosEM_DASH, pero a último momento decidió continuar viaje hasta la terminal de Rosario. Alrededor de las 20, Quiroga arribó a la terminal rosarina y de allí, media hora después, tomó otro micro hacia la ciudad de Corrientes.
Sola. Por lo que pudo confirmar la Policía de Investigaciones (PDI), algunos pasajeros recordaban que una mujer viajó sola en el asiento que le correspondía a la docente, por lo que se supone que era la docente Quiroga.
Luego su celular apareció en poder de un cartonero correntino que lo encontró en la basura de la terminal de esa ciudad. También quedó registrado que una mujer de nombre Graciela, pero con otro apellido tomó un ómnibus en Corrientes con destino a Córdoba.
El número del documento era el mismo que el de Quiroga. Allí se perdió el rastro. Cabe destacar que la cuenta bancaria de la docente no registró nunca más movimientos y en depósito quedó su último sueldo. Todo un misterio.