Primero, los números de Franco Colapinto en Canadá. En la Q1 fue 10º, a solo 0,404s del primero, Lando Norris, 0,151s delante del primer eliminado, Gabriel Bortoletto, y 0,433s por delante de su compañero Pierre Gasly, último. Pase cómodo a la Q2.
En la clasificación de Canadá, emergió por primera vez Franco Colapinto en la dimensión esperada desde su regreso a la Fórmula 1. Y con la ambición de puntos.
Por Gustavo Conti
AP
El argentino, rumbo a la pista para su mejor sábado desde su retorno a la máxima categoría. Franco Colapinto tuvo por fin el destello que se esperaba en su vuelta a la Fórmula 1 y larga 11º en Canadá.
Primero, los números de Franco Colapinto en Canadá. En la Q1 fue 10º, a solo 0,404s del primero, Lando Norris, 0,151s delante del primer eliminado, Gabriel Bortoletto, y 0,433s por delante de su compañero Pierre Gasly, último. Pase cómodo a la Q2.
En la Q2, recién en el último intento primero Yuki Tsunoda y luego Isack Hadjar lo bajaron de su primera Q3. El francés quedó apenas 0,139s por delante, el japonés (sancionado con 10 puestos por infringir el régimen de bandera roja en la FP3) sólo 40 milésimas y George Russell, lo mejor, le sacó apenas 0,572s.
Horas después, llegó la sanción a Isack Hadjar de tres puestos por entorpecer a Carlos Sainz en la Q1. Y un 10º puesto de largada excelente, que ya superó el 11º de Jack Doohan en Bahrein.
Al bajarse del Alpine Franco Colapinto, que acababa de dar el primer puñetazo sobre la mesa desde su retorno a la Fórmula 1, y en momentos de mayor presión, le pidió perdón al equipo. ¿Qué pasó? Es que esa décima que le impidió estar en la Q3 seguramente la perdió en el casi imperceptible roce que tuvo al entrar a la recta principal, en el temido Muro de los Campeones, donde este fin de semana se pegaron y rompieron el líder Oscar Piastri y Nico Hulkenberg.
Esa disculpa dejó al descubierto que la ambición del piloto argentino está intacta. Es más, aún en un mal viernes, muy parecido al de Barcelona, sin embargo se diferenció claramente en ese ítem. Colapinto desde el vamos buscó tiempos, cuidó menos, arriesgó, hizo dos trompos, no dejó de intentarlo. Y se convenció de que el problema seguía estando en un auto del que no se sentía cómodo.
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Se podía entender de entrada que eso pasara, ya que desde Imola podía compararse con lo hecho en Williams el año pasado. Pero ya corridos tres GP, con receso en el medio, que esa situación no cambiara, hizo sonar las alarmas.
Un desorientado Colapinto lo dejó claro en sus cortas declaraciones al final del viernes. También advertía que debía quedarse hasta la noche o hasta donde fuera necesario junto a sus ingenieros para solucionarlo. Y el Alpine, el suyo, apareció al fin. Y cómo.
Después de un buen tercer ensayo, en la clasificación directamente se destapó. Lo hizo desde el vamos, con goma media, donde le sacaba 135 milésimas a Gasly y, antes del último stint, se ubicaba 13º a solo 0,447s de Oscar Piastri.
Y después de la bandera roja por la voladura del cobertor de Alex Albon, en los últimos 5 minutos volvió a hacer una vuelta redonda con goma roja entrando con holgura a la Q2 y, por primera vez desde que se sentó en el Alpine, por delante de Gasly. Además, con una buena diferencia, notoria.
Por primera vez entonces, Colapinto fue Colapinto. Justo además cuando el rún rún de medios europeos ya ponían en duda su continuidad y, a decir verdad, hasta esta clasificación todo habían sido unas pocas insinuaciones, como las de la Q1 de Imola y Barcelona, y muchas incógnitas.
Tan bueno fue lo del piloto argentino en el callejero de la isla de Notre-Dame, que ahora todo el equipo debe apuntalarlo porque quedó a las puertas de los puntos, lo que sería un verdadero broche para llegar a Austria con la frente en alto. Larga en el top ten, todo un dato.
Y soñar también que el mismo equipo Alpine oficialice su continuidad hasta fin de año, ya que será en el Red Bull Racing donde se cumpla ese plazo de cinco carreras que el team francés anunció oficialmente.
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No cabe duda de que Colapinto, al que se lo vio por supuesto con otro semblante ante los medios y agradecido al equipo por el salto adelante, luchará por obtener sus primeras unidades en Alpine.
Así como no se conformó con solo llegar a la Q2 y ser mejor que su compañero, y se lamentó por ese pequeño desliz que le impidió alcanzar la Q3, el argentino seguramente subirá su vara. Respondió a la máxima presión, de aquí en adelante solo cabe ir mejorando.