Las autoridades venezolanas entregaron en un ataúd sellado el cuerpo del capitán Rafael Acosta Arévalo, quien murió luego de ser detenido sin orden judicial y con signos de haber sufrido brutales torturas. Al capitán Acosta lo detuvieron ilegalmente durante días, sin las medidas que prevé el Código Penal. Lo mantuvieron 7 días en desaparición forzada en una sede de la Dirección General de la Contrainteligencia Militar (Dgcim) y luego fue llevado en condiciones lamentables ante un juez militar. El juez ordenó su internacion. Murió horas más tarde. La autopsia independiente no pudo hacerse y el cadáver fue sepultado ayer sin un segundo estudio forense, como reclamaba su familia.
Bajo custodia policial y en medio de reclamos de sus familiares porque las autoridades controlaron la inhumación, el organismo estatal de medicina forense entregó el cuerpo de Acosta Arévalo. Doce días después de su muerte, el militar fue enterrado a la fuerza y bajo control policial en el Cementerio Este de Caracas. Dónde y cómo quiso el gobierno: en la parcela 212, puesto 266, bajo un trozo de hormigón que así lo acredita. Los policías impidieron que los pocos familiares a los que dejaron acceder velaran el cuerpo con el sarcófago abierto, que fue entregado sellado. Su viuda quería que Acosta fuera enterrado en Maracay, a dos horas de Caracas. "Denuncio el procedimiento ilegal, la entrega controlada del cuerpo de mi esposo como lo hicieron con Oscar Pérez (un oficial de policía que murió abatido). Yo no he solicitado ningún servicio fúnebre", remarcó Waleswka Pérez, viuda del capitán Acosta. El chavismo ha decidido repetir el mismo mecanismo ya empleado en enero de 2018 con el capitán rebelde Oscar Pérez, quien fue enterrado a la fuerza ante su tía y su prima. Y con los mismos objetivos: que la familia no pudiese ver el estado del cuerpo e impedir a su vez que se le realice una autopsia independiente. Y evitar cualquier tipo de homenaje o protesta, como también ocurrió en el entierro del concejal opositor Fernando Albán, muerto luego de caer del décimo piso 10 del centro de detención El Helicoide.
Las circunstancias de la muerte de Arévalo y los signos de tortura desataron una intensa polémica que golpeó al gobierno de Nicolás Maduro.
Abogados y familiares denunciaron que Acosta Arévalo fue sometido a torturas durante su reclusión y como prueba de ello señalaron que un día antes de su muerte el militar fue presentado en silla de ruedas en un tribunal con numerosas escoriaciones y hematomas y restos de sangre en las uñas. Alonso Medina Roa, abogado del militar, dijo que el cuerpo de Acosta Arévalo fue reconocido por una de sus hermanas y "entregado al Estado" por orden de un tribunal militar. "La familia realizó todos los trámites pero es el Estado quien lo está enterrando", denunció Medina Roa al señalar que el gobierno estaba haciendo una "inhumación controlada". El abogado indicó que, según la autopsia oficial, el oficial murió a consecuencia de "politraumatismo generalizado".
Sobre el desarrollo del proceso, el abogado afirmó que fueron "muchos los obstáculos que ha puesto el Ministerio Público para procurar una investigación clara y transparente".Por la muerte de Acosta Arévalo fueron arrestados la semana pasada un teniente y un sargento de la Guardia Nacional que trabajan en la DGCIM. Ambos fueron imputados por la Fiscalía General del delito de homicidio preterintencional y se estableció como su lugar de reclusión la sede de ese organismo.
El caso del oficial fue condenado por numerosos países y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michellet Bachelet, que urgió a las autoridades a realizar una investigación "independiente y transparente" que incluya una autopsia bajo estándares internacionales. El pronunciamiento de Bachelet se dio pocos días antes de que presentara un informe en el que denunció la existencia de graves violaciones a los derechos humanos bajo la gestión de Maduro.
En el marco del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, Noruega confirmó que "se ha instalado una mesa que trabajará de manera continua y expedita, con el fin de llegar a una solución acordada y en el marco de las posibilidades que ofrece la Constitución". En el comunicado difundido por el ministerio de Asuntos Exteriores noruego, instan a las partes a tomar "la máxima precaución en sus comentarios y declaraciones respecto al proceso".
El ministro de Comunicación Jorge Rodríguez informó que el diálogo en Barbados había culminado. "Culmina en Barbados esta jornada de la mesa permanente de diálogo por la paz, espacio para dirimir las controversias por vías constitucionales y pacíficas", señaló a través de Twitter. Pero el dirigente chavista Diosdado Cabello —que no estuvo en las reuniones de Noruega ni en Barbados— aseguró en su programa semanal de televisión que de estas negociaciones no saldrá ningún llamado a nueva elección presidencial, como exige la oposición. "Hay gente diciendo que vamos a elecciones, que el candidato es este o aquel. Aquí no hay elecciones presidenciales, aquí el presidente es Nicolás Maduro", sostuvo el número dos del régimen chavista.
Según el diario El Nacional, fuentes cercanas al proceso aclararon que no ha culminado: "La puerta sigue abierta y el retorno es para que las delegaciones puedan hacer las consultas pertinentes y explorar sobre los diversos temas,, afirmaron.
Sobre los dichos de Rodríguez, opinaron: "Parece una respuesta a Diosdado Cabello, que no está convencido todavía y habla a los más radicales del chavismo".
Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, aseguró que existen las condiciones para "lograr construir una salida a la crisis" nacional, tras una reunión que sostuvo con el mediador de la Unión Europea (UE), Enrique Iglesias. Insistió en que la agenda de la oposición es el cese de la usurpación presidencial, instaurar un gobierno de transición y convocar a elecciones "libres" con observación internacional.