La administración Trump publicó un reglamento que podría reducir drásticamente el número de inmigrantes legales autorizados a entrar y permanecer en EEUU, al facilitar el rechazo de la "tarjeta verde" (green card) y las solicitudes de visa. Un escollo más para los que buscan viajar o emigrar a EEUU, como es el caso de muchos jóvenes argentinos.
Junto con las redadas de la semana pasada en plantas procesadoras de alimentos en Mississippi, el anuncio de ayer es parte de un esfuerzo concertado de la administración para limitar la inmigración legal y tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal, señala la CNN. La nueva norma significa que muchos solicitantes de tarjetas verdes y visas podrían verse rechazados si tienen bajos ingresos o poca educación, y han usado beneficios como el sistema Medicaid, cupones de alimentos y vales de vivienda. No sería este el caso de la mayoría de los inmigrantes argentinos, en general jóvenes con estudios universitarios o una sólida formación técnica manual.
La norma alentará "la autosuficiencia y la autosuficiencia de quienes buscan venir o quedarse en Estados Unidos", dijo el director de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, Ken Cuccinelli, en la Casa Blanca. Sin embargo, probablemente hará más difícil que los inmigrantes de bajos ingresos lleguen a los Estados Unidos. Cuando se le preguntó sobre si la regla se dirige injustamente a los inmigrantes de bajos ingresos, Cuccinelli dijo: "Ciertamente esperamos que las personas de cualquier ingreso puedan valerse por sí mismas, así que si las personas no son capaces de ser autosuficientes, este factor negativo les va a perjudicar mucho a la hora de tomar la decisión de si podrán convertirse en residentes permanentes legales".
El texto del reglamento tiene 837 páginas, y se aplica a aquellos que buscan llegar o permanecer en Estados Unidos a través de los canales legales. Se espera que afecte aproximadamente a 382.000 personas de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional. Sin embargo, millones de personas podrían verse afectadas. Según la normativa vigente desde 1996, el término "carga pública" se define como alguien que "depende principalmente" de la ayuda pública, lo que significa que esta le proporciona más de la mitad de sus ingresos. Pero hasta ahora sólo contaba los beneficios en efectivo, como la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas o el Seguro de Ingreso Suplementario del Seguro Social.
Además, los funcionarios pueden tener en cuenta los recursos financieros, la salud, la educación, las aptitudes, la situación familiar y la edad del solicitante. Pero pocas personas son rechazadas por estos motivos. Los defensores de los inmigrantes han argumentado que el reglamento va más allá de lo que el Congreso pretendía y que discriminará a los de los países más pobres, mantendrá separadas a las familias e incitará a los residentes legales a renunciar a la ayuda pública, lo que también va a afectar a los hijos de los que ya son ciudadanos estadounidenses. También penalizará a los inmigrantes "que trabajan duro" y que sólo necesitan un poco de ayuda temporal del Estado, alegan los críticos de Trump.
"La regla refleja una visión oscura de Estados Unidos, como una nación hostil, que quiere mantener fuera a la gente que busca unirse a su familia, trabajar duro y subir en la escala económica, basada en la suposición errónea de que no contribuirán a nuestras comunidades, a nuestra economía y a nuestra nación", lamentó Robert Greenstein, del Center on Budget and Policy Priorities. La cancidata presidencial demócrata Kamala Harris dijo que "sea legal, indocumentado, refugiado o solicitante de asilo, las distinciones no le importan al presidente Trump. Si usted es un inmigrante, él cree que no tiene lugar en este país".