Brasilia.— El presidente de Cuba, Fidel Castro, tenía un tumor maligno cuando en julio de
2006 fue sometido a una cirugía intestinal de la que todavía se repone, y no piensa reasumir el
gobierno que delegó en su hermano Raúl, afirmaron fuentes del gobierno brasileño citadas ayer por
la prensa local.
“Cuando transmitió el poder a su hermano (Raúl Castro), en julio
de 2006, Fidel tuvo un tumor maligno extraído de la región del abdomen”, publicó el diario
Folha de Sao Paulo, que atribuyó la información a “fuentes del gobierno brasileño en
Cuba”.
El periódico afirmó también que el presidente de Brasil, Luiz Inácio
Lula da Silva, que se reunió el 15 de este mes con Castro, reveló a “personas de su
confianza” que el líder cubano no piensa retomar la presidencia de su país, que quedaría a
cargo de su hermano Raúl.
Lula, que durante su reciente visita a Cuba mantuvo dos reuniones con
Raúl Castro, comentó que éste parece haber consolidado su poder y, por lo tanto, lo ve en
condiciones de comandar la transición.
Por segunda vez en forma oficial, Lula llegó a Cuba el 14 de enero, y al
día siguiente se reunió durante dos horas y media con Fidel Castro, quien hace 18 meses no aparece
en público. Inmediatamente se difundieron fotografías y videos del encuentro.
Por otra parte, el domingo pasado, los hermanos Fidel y Raúl Castro
fueron reelectos como diputados nacionales, requisito para aspirar a conservar sus cargos de
presidente y primer vicepresidente de Cuba, cuando el 24 de febrero próximo se constituya el nuevo
parlamento y escoja a las autoridades nacionales.
“Golpe demoledor”. Entretanto, en un nuevo artículo que publicó ayer el diario
oficial Juventud Rebelde, Fidel Castro reconoció que “la desintegración de la Unión
Soviética” fue para su país “un golpe demoledor, fue como si dejara de salir el
sol”.
La caída de la URSS “no sólo se tradujo en un cese total de los
suministros de combustibles, materiales y alimentos; perdimos los mercados y los precios alcanzados
para nuestros productos en el duro bregar de la lucha por la soberanía”, añadió Castro.
El mandatario señaló que el Producto Bruto Interno (PBI) “comenzó
a caer progresivamente hasta 35%”. Además se preguntó “qué país habría resistido tan
terrible golpe” y añadió: “No defendíamos nuestras vidas, defendíamos nuestros
derechos”.
También aseguró que entonces “muchos partidos y organizaciones de
izquierda se desalentaron ante el colapso de la URSS, tras su titánico esfuerzo por construir el
socialismo durante más de 70 años”.