La dirigente opositora de Venezuela reapareció tras su paso a la clandestinidad. “Nunca estuvimos tan fuertes como hoy”, dijo. Maduro prometió mostrar las actas
Foto: AP / Cristian Hernandez
La ex diputada este sábado en el medio de la multitud durante su arenga. Del acto se ausentó el candidato Edmundo González.
La líder opositora venezolana María Corina Machado encabezó este sábado una multitudinaria manifestación en Caracas, la segunda desde el martes pasado, en la que alentó a sus seguidores a no bajar los brazos y seguir la lucha hasta el final, a una semana de las elecciones sospechadas de fraude y sobre las que el gobierno chavista sigue sin mostrar las actas de votación.
La dirigente proscripta para los comicios del 28 de julio, que decidió crear y apoyar la candidatura de Edmundo González Urrutia, aseguró que “se viene una etapa día a día, pero nunca hemos estado tan fuertes como hoy y nunca el régimen estuvo tan débil como hoy”.
“Han perdido toda la legitimidad, el mundo lo sabe”, exclamó la exdiputada. “El 28 de julio marca un hito a partir del cual se inició la transición a la democracia en Venezuela”, consideró.
“Todos los venezolanos dentro y fuera del país estamos viviendo las horas mas importantes. Todos sabíamos que era un proceso complejo, que era imposible demostrar el fraude pero nosotros lo hicimos con la victoria”, arengó.
“Cada vez son más los países que reconocen a Edmundo como presidente”, celebró Machado sobre los anuncios de las últimas horas de países como Estados Unidos, Costa Rica, Panamá y Perú.
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“No vamos a dejar las calles”, prometió a los manifestantes.
Por su parte, la gente levantaba las banderas y gritaba lemas como “libertad”, “este gobierno se acabó” y “no tenemos miedo.
Horas después del acto opositor, en la misma capital Caracas, el presidente Nicolás Maduro también decidió subirse a un escenario desde el que aseguró a sus fieles que va a mantener los patrullajes en las calles.
“Los patrullajes militares y policiales se mantienen en toda Venezuela para proteger al pueblo”, dijo Maduro en el mitin. “Nadie podrá imponer escenarios de violencia; en Venezuela se impondrá la paz, la ley, la Constitución, el derecho de la gente”.
Desde el frente del Palacio de Miraflores, sede del gobierno, el mandatario venezolano volvió a atacar a su colega argentino Javier Milei: “Milei, un tipo feo, con cara de estúpido; es una vergüenza que haya un tipo así en Latinoamérica. Un fascista, un criminal”, descalificó.
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Con relación al reconocimiento de Estados Unidos a la victoria de la oposición, Maduro dijo que desde Norteamérica “quieren imponer otra vez la triste historia de Guaidó”.
En referencia a la cuestionada falta de publicación de las actas, prometió: “Estamos listos para consignar el 100% de las actas legales que recogieron nuestros testigos en todo el país”.
En ese sentido alegó que el comando electoral venezolano sufrió un “ataque cibernético” perpetrado por la “extrema derecha” que se complotó con Elon Musk y así “impidió la transmisión de los datos” a través de un verdadero “apagón electoral”.
“Tenemos 2.000 presos capturados. ¡Máximo castigo! ¡Esta vez no va a haber perdón!”, dijo Maduro. “Quemaron sedes del Consejo Nacional Electoral en varios municipios”. Y aseguró que todos lo presos “confesaron”. “Hoy capturamos como 30”, agregó. “La extrema derecha son el odio, la venganza y la guerra”, expresó Maduro.
A una semana de los comicios y sin mostrar las actas del escrutinio por parte del gobierno, hay una noción entre los analistas respecto a que la dinámica de la crisis angosta los caminos de Maduro para resistir la presión internacional e interna.
Los países más cercanos a Caracas, entre ellos el trío de México (Manuel López Obrador), Colombia (Gustavo Petro) y Brasil (Inacio Lula da Silva) se niegan a reconocer a González Urrutia hasta tanto se compruebe que los documentos electorales (que la oposición exhibe en un portal de internet) verdaderamente testimonian su victoria y la derrota de Maduro.
Corina Machado y González Urrutia participaron juntos del acto del martes pero en el de ayer no estuvo el candidato presidencial. “Todos tenemos miedo a ser detenidos”, explicó Machado.
Ambos decidieron el miércoles pasar a la clandestinidad debido al endurecimiento de las persecuciones del régimen chavista.
“¿Dónde está Edmundo? No está el presidente”, empezó a circular entre los manifestantes´que llegaban a la manifestación. Su ausencia fue “para presevarlo, hay una razón política”, les explicaron.
El Obelisco fue el epicentro porteño del encuentro de una multitud de emigrantes venezolanos, que desde las 17 conformaron una nutrida manifestación que llegó a las 10 mil personas.
Familiares, amigos, individuos llegando de a uno se envolvieron en banderas de Venezuela o portaron carteles con consignas como “Exigimos la salida del usurpador Maduro”, “Venezuela libre” y “No hay Maduro que no pudra, ni cabello que no se caiga”.
La desilusión por las recientes elecciones seguía doliendo en cada uno de los participantes. La imagen de familias llorando abrazadas a su bandera fue una postal de la tarde.
Una parte de la avenida Corrientes fue cortada debido a la cantidad de asistentes.
“Es la primera vez que se junta tanta gente en una marcha venezolana en Buenos Aires. direcatmente acá en la Argentina. Es emocionante. Por fin vamos a ser libres”, comentó a La Nación emocionado Alejandro, un emigrado radicado en nuestro país desde hace ocho años.
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Por Florencia O’Keeffe