La ciencia no para y muchos de sus avances resultan increíbles aunque muchas veces generan polémica. Este es el caso del útero artificial desarrollado por un grupo de científicos chinos del Instituto de Ingeniería y Tecnología Biomédica de Suzhou que aseguran que su desarrollo “tiene la capacidad necesaria de gestar un embrión humano sin necesitar la presencia de una mujer”.
El dispositivo posee una inteligencia artificial que se encarga de vigilar el crecimiento del feto, y además vela por su seguridad durante la gestación. En un artículo publicado en la revista científica china Journal of Biomedical Engineering, los investigadores indican que un útero ya está funcionando, aunque por ahora solo se ha empleado con ratones.
El experimento fue bautizado como “dispositivo de cultivo de embriones a largo plazo”. Se trata de un sistema de contenedores donde se desarrollan los fetos gracias al aporte de fluidos con nutrientes y oxígeno.
Este sistema tiene un dispositivo óptico que es capaz de vigilar los embriones y proporcionar información clave sobre su crecimiento. Además, está controlada por una inteligencia artificial que detecta los cambios de estado y ajusta los niveles necesarios para que el feto se desarrolle correctamente.
Por otro lado, puede clasificar a los embriones según su salud y potencial de desarrollo. En el caso de que un embrión presente un problema significativo, el programa se encarga de notificar un informe al técnico de mantenimiento para que se solvente la situación.
Los científicos afirman que “este tipo de útero artificial podría eliminar la necesidad de que las mujeres tengan que llevar a sus embriones durante nueve meses en su cuerpo”, aunque no han realizado esta práctica. “Todavía hay muchas incógnitas sin resolver sobre el proceso fisiológico del desarrollo normal de los embriones humanos”, señalaron.
Las leyes prohíben la experimentación con embriones humanos, no obstante este ‘invento’ podría ser un gran avance para el futuro de la maternidad en China porque se están presenciando las tasas de natalidad más bajas de las últimas décadas.
Los científicos chinos argumentan que “esta tecnología no solo ayudaría a comprender mejor el origen de la vida y el desarrollo embrionario de los seres humanos, sino que también proporcionaría una base teórica para poder resolver anomalías congénitas y otros problemas importantes de la salud reproductiva”.