El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Henry Ramos Allup, descartó acatar una sentencia que anula todos los actos del Parlamento mientras estén presentes tres diputados cuyo nombramiento es objetado por el gobierno chavista.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Henry Ramos Allup, descartó acatar una sentencia que anula todos los actos del Parlamento mientras estén presentes tres diputados cuyo nombramiento es objetado por el gobierno chavista.
El presidente del Parlamento aseguró que la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) es "un poder írrito, seis de sus siete magistrados no tienen facultades ni credenciales para ser magistrados, incluyendo a la propia presidenta", por lo cual descartó acatar la sentencia. "Las decisiones que tome la sala constitucional violando expresamente la Constitución no pueden ser acatadas por ningún poder público ni por ningún funcionario público ni por ningún venezolano de a pie", insistió. Tras la derrota electoral, el régimen chavista forzó el juramento de los cuestionados jueces constitucionales. Desde la formación de la nueva Asamblea Nacional en enero, casi todas sus leyes han sido anuladas por el TSJ.
Ramos Allup lamentó que la sala constitucional del TSJ "haya tomado por costumbre" anular todas las leyes sancionadas por la nueva Asamblea Nacional, que desde enero cuenta con una enorme mayoría opositora. La sentencia emitida la noche del lunes anula la ley de explotación minera _que afecta intereses creados_ porque habían estado presentes los tres diputados. Se trata de tres legisladores indígenas elegidos por el estado de Amazonas. Pero el TSJ fue más allá y advirtió que todos los actos del Legislativo serán nulos mientras se mantenga el "desacato" con la presencia de los tres diputados. Estos legisladores resultaron electos, pero una sentencia del Supremo anuló su nombramiento tras una denuncia oficialista por supuesta compra de votos. El TSJ "declara manifiestamente inconstitucionales y, por ende, absolutamente nulos y carentes de toda vigencia" los actos de la Asamblea Nacional. El conflicto de poderes en Venezuela es así al parecer irremontable.
Por Nicolás Maggi