Un equipo especializado en "casos fríos" (casos cerrados hace muchos años) que revisó evidencias durante cinco años en un intento por esclarecer uno de los más grandes misterios de la Segunda Guerra Mundial ha llegado a lo que calificó como "el escenario más probable'' sobre quién traicionó a la adolescente judía Ana Frank y a su familia.
La conclusión, presentada en un libro titulado "The Betrayal of Anne Frank A Cold Case Investigation'' (La traición de Ana Frank investigación de un caso frío), de la académica canadiense y escritora Rosemary Sullivan, es que pudo ser un prominente notario judío de Amsterdam, llamado Arnold van den Bergh, quien descubrió el anexo secreto donde se escondía la familia Frank de los ocupantes alemanes para salvarse de la deportación y asesinatos en los campos de concentración nazis.
"Hemos investigado 30 sospechosos en 20 escenarios diferentes, lo que nos deja con un escenario al que nos gusta referirnos como el más probable'', dijo el cineasta Thijs Bayens, quien tuvo la idea de reunir al equipo de investigadores dirigido por el agente retirado del FBI Vincent Pankoke, para examinar la evidencia usando técnicas forenses. Bayens agregó rápidamente: "no estamos 100% seguros''.
"Aquí no hay un arma caliente (evidencia contundente) porque la traición es circunstancial'', dijo Bayens a The Associated Press.
Los Frank y otros cuatro ciudadanos holandeses judíos se ocultaron en un anexo al que se llegaba por una escalera secreta escondida detrás de una bibloteca, de julio de 1942 a agosto de 1944 cuando fueron descubiertos y enviados a campos de concentración.
Sólo el padre de Ana, Otto Frank, sobrevivió a la guerra. Ana y su hermana murieron en el campo Bergen-Belsen. Ana tenía 15 años.
El diario de Ana, escrito mientras se ocultaba, fue publicado después de la guerra y se convirtió en un símbolo de esperanza y fortaleza que ha sido traducido a decenas de idiomas y ha sido leído por millones.
Pero la identidad de la persona que reveló la ubicación de su escondite siempre fue un misterio, a pesar de investigaciones previas.
Los resultados del equipo sugieren que Otto Frank fue uno de los primeros en saber sobre el posible involucramiento de Van den Bergh, un importante miembro de la comunidad judía en Amsterdam.
Una breve nota, una copia escrita en máquina de escribir de una pista anónima entregada a Otto Frank tras la guerra, menciona a Van den Bergh, quien murió en 1950, como la persona que informó a las autoridades alemanas en Ámsterdam sobre dónde encontrar a la familia Frank, dicen los investigadores.
La nota no fue revisada en profundidad durante una investigación de hace décadas de la policía de Amsterdam que a su vez fue inspeccionada por el equipo, el cual usó inteligencia artificial para analizar y crear vínculos entre archivos de todas partes del mundo.
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El director del museo Anna Frank, Ronald Leopold, junto a la biblioteca que daba ingreso al anexo secreto donde Anna y su familia sobrevivieron durante dos años, entre 1942 y 1944.
El Museo Casa Ana Frank en el centro de Amsterdam, que incluye el anexo secreto, dio la bienvenida a la investigación, pero dijo que deja preguntas sin responder. El museo dio a los investigadores total acceso a sus archivos.
"No, no creo que podamos decir que el misterio se resolvió. Creo que es una teoría interesante a la que llegó el equipo'', dijo el director del museo Ronald Leopold. "Creo que tienen mucha información interesante, pero también creo que hay muchas piezas que faltan del rompecabezas. Y esas piezas deben ser más investigadas para ver cómo podemos valorar esta nueva teoría''.
Bayens dijo que la búsqueda del traidor también era una forma de tratar de encontrar una explicación de cómo el horror de la ocupación nazi obligó a algunos miembros de la alguna vez unida comunidad de Amsterdam a traicionarse. Cómo el fascismo hacía que la gente llegara "al punto desesperado de traicionarse, lo que es una situación terrible, realmente terrible'', dijo. "Estábamos buscando un perpetrador y encontramos una víctima'', dijo Bayens.