“Estamos cursando en la escuela nuestro primer año de física y dado que la mayoría de los temas y ejercicios que trabajamos en clase son teóricos, elegimos llevar a la práctica uno de los fenómenos físicos más interesantes”. Así explica un grupo de estudiantes de la Escuela Superior de Comercio “Libertador General San Martín”, su inquietud de fabricar instrumentos ópticos para explicar la reflexión de la luz y exponerlos en la tradicional Feria de Ciencias que organiza la institución y que tuvo lugar la semana pasada en la sede de gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Con su proyecto “Desde otro punto de vista”, el equipo de cuarto año integrado por Gerónimo Denhoff, Martina Ferrara y Bautista Gullielmi, resultó ser el más votado por sus compañeros y compañeras. Física, biología, química y astronomía fueron los cuatro ejes temáticos de este encuentro que volvió a ser parte de las actividades presenciales de la escuela luego de dos años de pandemia. Los alumnos y las alumnas participantes conformaron libremente grupos de trabajo con el apoyo y asesoramiento docente. La Feria de Ciencias —organizada por el Departamento de Física, Biología y Química (Fibiqui) del Superior— promueve habilidades de exploración, construcción e interpretación, necesarias para fomentar la curiosidad, la imaginación y el intercambio de experiencias entre estudiantes de todos los niveles y modalidades con la guía de los docentes.
La jefa de departamento, Verónica Rosenfeld, reflexiona sobre uno de los eventos educativos más representativos de la institución, este año con participación mayoritaria de estudiantes de primer año. “La discontinuidad del trabajo experimental ocasionado por la etapa de aislamiento por Covid, generó la ausencia de interacción presencial. Aunque se promovieron actividades experimentales sencillas que los estudiantes llevaban a cabo en sus casas durante la virtualidad, mermó el incentivo que cada docente pone en el aula, trabajando individualmente con cada alumno cuando lo requiere y experimentando in situ conforme la unidad didáctica desarrollada”, afirma la profesora.
“La enseñanza de las ciencias naturales debe ser desarrollada con actividades experimentales: lo fáctico de sus campos del conocimiento no permite la reducción al fibrón o tiza y pizarrón”, agrega. Esta experiencia promueve principalmente la práctica de los saberes y apreciar el valor del conocimiento como una herramienta para apropiarse de las ciencias y mejorar las condiciones de vida de una comunidad, preservar y mejorar el ambiente.
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“Naturaleza en erupción” fue otro de los temas desarrollados en la feria.
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Práctica científica
“Estos encuentros son imprescindibles para la formación de estudiantes con una sólida base científica y tecnológica, capaces de intervenir en la sociedad, y contribuir a la formación de un ciudadano crítico y comprometido con su realidad social”, destacan desde la escuela.
Se trata también de elaborar material didáctico apropiado a partir de los resultados de las investigaciones y que las experiencias llevadas a cabo por los estudiantes se puedan trabajar en el aula y motivar a la indagación de parte de otros jóvenes.
La mirada curiosa
Lautaro Márquez y Alex Huang cursan cuarto año y basaron su exposición en los agujeros negros. “Un tema que nos parece muy interesante porque se sigue investigando y descubriendo cosas acerca de su conformación”. Los alumnos mencionaron un hecho determinante para la comunidad científica y que llama mucho su atención. “En el año 2020, se captaron imágenes de Sagitario A, un agujero negro que existe hace millones de años y que sirvió para confirmar toda la teoría que existía y que ya tenía una lógica científica”.
A través de una maqueta exhibida durante la feria, los estudiantes explicaron su clasificación, y aclararon. “Para que se queden tranquilos, el agujero negro más cercano está muy pero muy lejos, así que no nos pasará nada, y para que nuestro sol se convierta en una supernova faltan millones de años”.
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La maqueta exhibida por alumnos para explicar los agujeros negros.
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Sobre los humedales
Del otro lado del salón, están Ignacio Koatz y Sofía Godoy, estudiantes de primer año. “Estamos matando la biodiversidad”, es el nombre que eligieron para exhibir su proyecto en la feria que define con claridad la grave situación que atraviesa Rosario y la región. “Los incendios se repiten año tras año pero hoy con la sequía de los pastizales todo se potencia. El motivo de nuestro trabajo es observar cómo destruyen nuestros humedales y afectan nuestra salud”, cuenta Ignacio y enumera los efectos que causa esto en las personas.
El grupo también mostró desde una notebook el experimento que realizó dentro de un frasco, al encender una pastilla de carbón y luego colocar pastos secos. “También agregamos un algodón que se puso negro al estar en contacto con el humo, y así observamos cómo afecta a nuestros pulmones, en especial a las personas con problemas respiratorios”, explicaron Sofía e Ignacio.
En el espacio que tenían asignado para la exposición, los estudiantes colgaron numerosos afiches para mostrar la transformación de los humedales entre 2016 y 2020.
“Queríamos tocar un tema vinculado con la ecología porque nos interesa y preocupa mucho”, asegura Sofía. Entusiasmados por transmitir todo lo que habían investigado para el proyecto, destacaron también la encuesta que realizaron a cien personas de la escuela, quienes respondieron sobre los humedales y la salud.
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Sofía e Ignacio explican el trabajo de investigación que realizaron sobre los humedales y cómo afecta la salud de la población.
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Instrumentos ópticos
Mirar por un periscopio siempre despierta curiosidad, y eso fue lo que sucedió cuando Gerónimo Denhoff, Martina Ferrara y Bautista Gullielmi presentaron varios instrumentos ópticos sobre una mesa y bajo el título “Desde otro punto de vista” explicaron qué es la reflexión de la luz.
Los estudiantes de tercer año invitaban a observar a través de diferentes instrumentos ópticos de fabricación casera, un periscopio y un caleidoscopio con distintos formatos, mostraron elementos planos. Al finalizar, invitaron también a los espectadores a observar el efecto maravilloso que produce la luz en los objetos cuando los espejos son curvos. Martina cuenta que fue suya la idea de utilizar un caleidoscopio invertido, algo que le recuerda su infancia y la vez que lo descubrió en un museo.
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La experimentación con la óptica fue uno de los atractivos de la muestra.
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
“Estamos cursando en la escuela nuestro primer año de física, y cuando trabajamos este tema teórico en clases nos llamó mucho la atención, por eso decidimos llevarlo a la práctica. Con varios experimentos y algunos fallidos, logramos formar estos instrumentos ópticos para poder demostrar esas imágenes que se van formando”, explicaron, conformes de los resultados obtenidos y agradecidos por la ayuda de su profesora Nair Sarquis.
“Los ejercicios sobre casos reales siempre suelen ser teóricos pero nunca pudimos ver cómo eran estos fenómenos de manera práctica”, remarca el grupo haciendo referencia a esta inquietud que tuvieron y despertó el interés de casi todos sus compañeros.