Cotejar nombre por nombre entre los documentos escolares y el registro de desaparecidos y asesinados durante la dictadura fue un trabajo de hormiga de docentes y alumnos del Normal 2. Por ahí pasaban días rastreando alguna pista y nada. Ni una coincidencia. Hasta que cada tanto aparecía un apellido, una historia. Y entonces chequeaban puntillosamente hasta comprobar si esa coincidencia era tal. Así, en un trabajo que arrancó a mediados de 2017 y se extendió incluso en 2018, lograron recopilar el nombre de once ex alumnas del secundario y el terciario del Normal 2 de Rosario que fueron desaparecidas o asesinadas en tiempos de la dictadura. Este lunes habrá un acto institucional en la escuela donde les entregarán copias de los legajos escolares a los familiares de las víctimas. A partir de ahora, los nombres de María Susana Brocca, Liliana Marta Delfino, Estrella Augusta González, Rut González, Julia Natividad Huarque, María Teresa Latino, Graciela Lo Tufo, María Amarú Luque, María Cristina Márquez, María Sol Pérez y Guillermina Elsa Santamaría son memoria activa en las aulas del Normal 2.
"Me conmueve mucho que vayan a venir las familias de las alumnas desaparecidas ¿Saben sobre la investigación que hicimos?", le preguntó días atrás por WhatsApp una de las alumnas a Beatriz Argiroffo, quien junto a Leonardo Simonetta son los profesores de historia que coordinaron este trabajo. La investigación la emprendieron junto a las chicas y los chicos de cuarto año de la institución de Córdoba y Balcarce. Desde el espacio "Construcción de ciudadanía y participación", los profes propusieron este tema para abordar desde una mirada local lo sucedido durante el Terrorismo de Estado.
"Si bien los chicos ya habían visto los procesos más generales y amplios, la propuesta era bajarlos, acercarlos. Por eso planteamos dar una vuelta y poder trabajar con la escuela y ver qué había pasado con estas ex alumnas", cuenta Simonetta.
Los primeros datos que tenían sobre las once chicas eran las pocas menciones en la prensa. O el nombre de alguna de ellas donde se citaba su paso por el Normal 2. Argiroffo destaca además el trabajo realizado por el equipo de "Memoria maestra" de Amsafé Rosario para los 30 años del golpe, un archivo documental que se propuso rescatar las historias de vida de los trabajadores de la educación de Rosario, desaparecidos. Uno de los integrantes de ese equipo es el docente Fernando Mut, quien da clases de historia en el turno tarde de la escuela.
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La Escuela Normal Nº 2 de Balcarce y Córdoba, protagonista del proyecto escolar que invitó a hacer memoria desde el aula.
Foto: archivo La Capital
Memoria maestra
En ese trabajo previo de "Memoria maestra" aparecen dos nombres de docentes desaparecidas que, además, pasaron como alumnas por los salones del Normal 2: María Susana Brocca y Graciela Lo Tufo.
Brocca nació el 18 de septiembre de 1957, estudió en la Escuela Primaria Nº 98 y en el Normal Nº 2; y trabajó como maestra en la Escuela Nº 96. Militó en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y tras ser vista en la Jefatura de Policía, su cuerpo sin vida apareció en julio de 1977 junto al de su novio en un zanjón de Alvear. Tenía 19 años. Lo Tufo nació el 12 de enero de 1951 y fue secretaria general de la Asociación de Educadores de Enseñanza Privada (Aedep). Figura como desaparecida desde el 14 de abril de 1977. Hace tres años, Sadop Rosario y la comunidad del Colegio Nuestra Señora de la Asunción (donde daba clases) descubrieron una placa en el colegio en homenaje a la docente desaparecida cuando tenía 26 años. Y desde el año pasado, una calle de la ciudad lleva su nombre (es la ex Calle 1345, a la altura de avenida Casiano Casas al 2.200).
La investigación
Con estos datos previos y el desarrollo teórico armado para trabajar con los chicos, llegaba el momento de "bajar" esa investigación al laburo concreto en el aula. El primer recorte fue delimitar la búsqueda a los datos de las alumnas del secundario y lo que había del nivel terciario de la institución, que hasta los primeros años de la vuelta de la democracia era solo de mujeres.
Como tenían que trabajar con datos de los libros matrices de la institución, sacaron fotos a los cuadernos índices de esos documentos, donde figura el listado histórico del alumnado.
El segundo paso fue comparar esos listados de estudiantes —desde mediados de la década del 50— con el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado, de acceso libre a través de internet y donde figuran, ordenados alfabéticamente, el listado de las víctimas de desaparición forzada y de asesinato, y los casos en investigación incluidos en la Conadep. Recién cuando surgía una coincidencia, los profesores lo chequeaban en los libros matrices de la escuela.
"Eso lo empezamos a hacer con el alumnado un trimestre de 2017 y otro en 2018, porque este era un tema más de la materia", aclara Argiroffo. Pero como el trabajo no pudo ser terminado durante el período lectivo, en verano los profes siguieron trabajando para finalizar la titánica de tarea de sistematización de estas historias.
Las chicas y los chicos de cuarto año del Normal 2 participaron con interés y compromiso con el trabajo propuesto por los docentes. Pese a que, de entrada, implicó un trabajo tedioso donde incluso pasaron horas y días buscando y cotejando los listados (los de la escuela y los de las víctimas de la dictadura) sin hallar nada.
"De las miles personas que cruzamos nombres hay once, por lo menos en los niveles secundario y terciario", apunta la docente.
Así, además de Brocca y Lo Tufo, aparecieron los nombres de Liliana Marta Delfino, Estrella Augusta González, Julia Natividad Huarque, María Teresa Latino, María Amarú Luque, María Cristina Márquez, María Sol Pérez, Guillermina Elsa Santamaría y Rut González.
Pertenencia
Simonetta destaca que muchos de los chicos y chicas que participaron de la propuesta escolar están en la institución desde el jardín, con lo cuál en algunos casos se sintieron movilizados de ser parte de la recuperación de la historia de la escuela con la que los une un lazo de pertenencia. "Entonces —dice el docente— poder retrabajar ese pasado escolar de la propia institución en la que pasaron casi toda la vida y ser ellos los que rastreen una parte faltante hasta ahora de esa identidad era todo un desafío. Ni qué hablar cuando encontraban alguna persona en esos registros".
La profe Argiroffo recuerda cuando tras un largo día de búsqueda infructuosa de una coincidencia, los alumnos empezaron a aburrirse un poco. Pero como faltaba media hora para que termine la clase, ella les propuso al menos seguir hasta que toque el timbre. En ese corto lapso de media hora aparecieron tres nombres de chicas desaparecidas que fueron ex alumnas. Tres jóvenes casi de su misma edad y que incluso pudieron haber estado sentadas en ese salón. A partir de allí, le dijeron que no querían abandonar el proyecto porque sentían que estaban haciendo algo importante para la historia de la escuela. "Asumieron una responsabilidad de reconstruir esa historia que los conmovía", aprecia.
Otro caso fue el día que los estudiantes hallaron el nombre de Julia Natividad Huarque, licenciada en física y docente de la Facultad de Ingeniería de la UNR, secuestrada el 8 de junio de 1976, cuando tenía 25 años. Como dato curioso, una de las alumnas que participó del hallazgo en los registros escolares también se llama Natividad.
"Se pusieron a buscar imágenes. En internet hay una sola. Y esto de poder relacionar el nombre con la cara y saber que esta chica estuvo tal vez hasta en el mismo salón en el que ellos en ese momento estaban haciendo el trabajo los impactó mucho. Ahí tuvo otro sentido el tema y la actividad", señala el docente, quien también trabaja en el Centro Documental del Museo de la Memoria de Rosario.
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El edificio del Normal 2 en la década del 60.
Foto: archivo La Capital
El homenaje
En el marco del acto por el Día de la Memoria, el próximo lunes 25 de marzo la escuela recibirá a familiares de las ex alumnas víctimas del Terrorismo de Estado. Les entregarán copias de los legajos y de los libros matrices donde figuran sus nombres y las notas de las materias aprobadas de las estudiantes desaparecidas del Normal 2.
"Cuando los llamamos a los familiares, me decían que fue una sorpresa que la escuela los contactara y que después de años pudiesen reconstruir un poquito más del pasado de esta gente. Era una fichita más en el rompecabezas que hacía a la vida de estas personas", apunta Simonetta.
Además de los familiares, al acto fueron invitados integrantes de los organismos de derechos humanos de la ciudad, a fin de que puedan contarles a los chicos de sus actividades y dónde los pueden contactar.
Si bien el acto dará cuenta de lo realizado hasta ahora en el proyecto, la idea es, en una nueva etapa de la investigación, profundizar quiénes fueron esas once ex alumnas del Normal 2, mediante archivo periodístico y entrevistas que permitan dejar un registro documental armado entre alumnos y docentes. "Para que no sea —dicen los profesores de historia— una lista de nombres sino historias de vida".