En los próximos días se inaugurará el nuevo edificio del Instituto Superior del Profesorado Nº 16 Dr. Bernardo Houssay. De esta manera, el colectivo institucional concreta el sueño del edificio propio. Desde la creación del instituto —hasta la actualidad— transcurrieron casi 44 años a lo largo de los cuáles se ocuparon diversos lugares y el funcionamiento se fragmentó en dos o tres edificios a la vez.
Históricamente, mediante aprobación de la ley 1.420 de 1884, el Estado nacional asumió la responsabilidad de proporcionar los edificios destinados a todos los niveles de la educación. Esta determinación une una serie de políticas públicas que tenían por objetivo implementar y consolidar el sistema educativo en la Argentina. De esta manera, la construcción de los edificios para la educación pública surge como un problema en la agenda del Estado.
Recientemente —entre los años 2004 y 2015— el Programa Nacional 700 Escuelas organizó toda la producción nacional de arquitectura educativa. Tenía como objetivo la construcción de edificios escolares con espacios de alta calidad. Una de las características era que la infraestructura edilicia debía ser considerada desde un abordaje integral del sistema educativo: proyecto y construcción de edificios desde nivel inicial hasta nivel superior, incorporando un edificio para un instituto de formación docente por cada una de las veinticuatro jurisdicciones. A partir de estos lineamientos políticos del orden nacional, la provincia de Santa Fe impulsó los proyectos y puesta en marcha de la construcción de edificios propios para los institutos de educación superior de la jurisdicción. El Plan de Infraestructura Escolar que se diseñó en Santa Fe incluía nuevos edificios para los institutos de formación superior tendientes a mejorar la inclusión y la calidad educativa en la provincia. Destacándose entre ellos el Instituto Nº 16 de Rosario y el Nº 4 de Reconquista. Por lo tanto, la construcción que se inaugura es el resultado de un conjunto de acciones de gobierno que toman conciencia de los problemas edilicios existentes en el nivel superior de la educación e implementan soluciones desde la esfera pública. Las obras se proyectaron y realizaron durante la gestión provincial del Frente Progresista Cívico y Social y se inauguran bajo el actual gobierno de Omar Perotti.
El nuevo edificio de calle Urquiza 3452, entre Cafferata e Iriondo, se construyó sobre el terreno del exbazar Erquicia cuyo predio es propiedad del Ministerio de Educación. Allí se mudan las ocho carreras que actualmente se dictan en Ayacucho 1553 y Necochea 1339. Al instituto asisten más de 1300 estudiantes de las carreras de formación docente: profesorados de educación secundaria en biología, geografía e inglés; profesorado de educación inicial, de educación primaria; de educación especial con orientación en discapacidad intelectual, en sordos e hipoacúsicos, y en ciegos y disminuidos visuales. La propuesta educativa de nivel superior se complementa con otras actividades académicas: dictado de posgrados, cursos de formación continua, investigación y actividades de extensión a la comunidad. Actualmente la matrícula de estudiantes se encuentra distribuida en 51 cursos o divisiones, en tres turnos horarios y alrededor de 210 docentes, administrativos y personal de servicio trabajan en el lugar.
Casa nueva
La nueva estructura edilicia cuenta con subsuelo, planta baja y tres niveles que garantizan un normal desarrollo de las actividades educativas. Se trata de una construcción abierta para recibir a la comunidad y para ello ofrece accesos que favorecen la circulación y utilización intensa de los sectores a compartir: Salón de Usos Múltiples (SUM), biblioteca y cantina. Se destaca la transparencia en el lenguaje arquitectónico y la relación que se establece entre la obra y el entorno inmediato. El edificio se plantea con aulas al frente y contrafrente con un espacio central donde convergen las circulaciones resueltas con dos ascensores, y escaleras que vinculan al edificio en todos sus niveles. Se contemplaron patios estratégicamente ubicados, que generan ventilación e iluminación natural al subsuelo y planta baja. La obra responde al requerimiento de accesibilidad, con ascensores, accesos, puertas y sanitarios adaptados en todas las áreas y niveles.
Para el proyecto y realización del mismo se utilizó el método de ejecución en infraestructura edilicia más difundido en el país y que es conocido como Diseño-Licitación-Construcción (DLC). El mismo prevé tres instancias con intervención de partes diferenciadas. Un marcado protagonismo de las oficinas técnicas en la primera fase de elaboración de propuesta, involucró la detección de necesidades, la priorización del proyecto, el proyecto y la asignación de presupuesto. La segunda fase consistió en la elaboración del “legajo licitatorio” en manos de la unidad ejecutora provincial, quien administró los procesos de licitación, contratación y supervisión. Ambas fases estuvieron a cargo del Ministerio de Obras Públicas mediante la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (Dipai). Por último la fase de ejecución a cargo de una empresa constructora que en el proceso licitatorio recayó en Adobe Construcciones S.R.L, de la localidad de Alvear (Santa Fe).
En la actual coyuntura histórica, llevar adelante una reflexión sobre las políticas públicas y la propia historia institucional contribuye a capturar algo de ese incesante devenir entre lo micro y lo macro. Por lo tanto, se torna imprescindible dilucidar la trama dialéctica —entre los lineamientos de las políticas educativas y las prácticas educativas contextualizadas— que se plantean en el proyecto político educativo del Instituto Nº 16 en el que se redobla el compromiso de apostar a la educación del pueblo.