Casi siempre sucede al revés: los autores de libros buscan que sus historias puedan resumirse en una producción multimedia, transmitirse en distintos dispositivos, que esos textos se conviertan en imágenes. Esta vez, los creadores y desarrolladores de los canales de televisión pública Encuentro, Pakapaka y DeporTV se reunieron para conceptualizar sobre su trabajo, para que exista un marco teórico ligado al mundo académico, para escribir sobre su experiencia audiovisual con la intención de que perdure en las páginas de un libro.
Se trata de El aula más grande, una edición de distribución gratuita que está alojada en la web de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y pensada para estudiantes de comunicación, de cine, para creadores de contenidos, productores audiovisuales, docentes, profesores y todos los interesados en la historia y el desarrollo de medios educativos públicos. Para acceder al texto hacer click aquí.
Cecilia Flachsland es licenciada en ciencias de la comunicación, directora de Canal Encuentro y una de las autoras de El aula más grande. Hace pocos días pasó por Rosario para presentar el libro en el aulario de la ciudad universitaria (La Siberia) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). En conversación con La Capital, repasó las instancias de la creación que llevó a concretar esta producción colectiva, que además lleva un afectuoso prólogo escrito por Alberto Sileoni.
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El libro se presentó días atrás en el aulario de La Siberia.
“Sentíamos que era una deuda pendiente, que todas esas experiencias que se habían hecho para crear, inventar y desarrollar canales educativos tuvieran su correlato en un acompañamiento reflexivo y teórico de parte del mundo académico”, dijo la directora de Encuentro, para quien mucha de la producción teórica que había sobre lo que son los canales públicos educativos partían de colocar referencias internacionales, en una suerte de «deber ser» de cómo tendrían que ser los medios educativos públicos en la Argentina. “Lo nuestro quedaba siempre como una especie alejada de ese «deber ser». Nos parecía que se requería una reflexión teórica académica de estos canales situados en los contextos que nos tocó a nosotros hacerlo, en esta Argentina vinculada a estos programas democráticos”, contó sobre la idea que dio vida al libro.
Sumado a esto, cada año recibían tesinas, trabajos teóricos y reflexiones sobre el uso de los materiales audiovisuales como Pakapaka en las aulas. Eso impulsó aún más a crear un material propio que contará la experiencia desde adentro. El libro está diagramado en cuatro secciones que organizan la información con una primera introducción en nociones teóricas; una segunda sobre contenidos de Encuentro,Pakapaka y DeporTV; la tercera parte con formas de pensar las audiencias; y una cuarta para desarrollar el modelo de gestión.
La historia de Zamba, el popular personaje animado del canal Pakapaka que cambió la forma de vincular a los chicos y chicas con la historia argentina, tiene un apartado especial. “Hay un artículo hermoso que cuenta la historia de cómo se pensó el personaje de Zamba y el personaje de Nina. Y a continuación un texto sobre lo que significa que un canal de televisión como Encuentro tenga ciclos de filosofía”, dijo.
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Zamba viaja en el tiempo y visita a personajes de la historia argentina.
En las reflexiones sobre cómo consideran a las audiencias, Flachsland remarca un capítulo centrado en pensar a las infancias como sujetos de derecho. Ahí se presenta una investigación de Julieta Saavedra Ríos sobre cómo los docentes usan Canal Encuentro. “Una marca de gestión muy importante de estos últimos cuatro años —dice la directora del canal— fue poner una mirada transversal desde el género y las disidencias en todos los contenidos de las tres pantallas, imaginando que también para las audiencias hoy puede ser algo de interés. Y en el caso de Pakapaka se dio un paso más, porque creó un Consejo de Niños y Niñas que funciona con representación federal y participan con sugerencias sobre la programación o personajes para futuras series”. De ese Consejo salió, por ejemplo, un personaje nuevo de Zamba que se llama Yasy.
Ya cuando se habla de Zamba, la directora de Encuentro recuerda que durante los cuatro años que se frenaron las producciones mientras duró el gobierno macrista, en las escuelas surgió una fuerte “banca” para el personaje, se hizo más fuerte, se veían los capítulos viejos y fue desde ahí donde el personaje se fortaleció y se valoró aún más las creaciones de estos canales estatales.
“Zamba es 100% eficaz para la transmisión de la historia argentina, que es un contenido fundamental en el sistema educativo nuestro, en tanto conocimiento a ser transmitido y también forjador de identidad nacional. Zamba es, a mi entender, la intervención sobre las infancias más importante desde el siglo XX. No es como muchas veces se dice que solamente baja líneas desde una mirada en la historia, no es así para nada, creo que eso lo pueden decir solo las personas que no lo miraron. Tiene una complejidad enorme que tiene que ver con que el contenidista de Zamba histórico fue Gabriel Di Meglio, uno de los historiadores más importantes del país”, agregó.
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“Inventar Pakapaka” está integrado por niños y niñas de todo el país.
En el libro, Flachsland participa en la escritura de un capítulo sobre lo que significa que un canal educativo funcione en la exESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) y otro que escribe en conjunto con Leandro Araoz Ortiz e Irene Cosoy titulado Identidad Marrón: todo color es político: “Lo hicimos con un colectivo que se llama Identidad Marrón, muy conocido en las redes y bastante intenso, que básicamente lo que discute es esta idea de que somos un país blanco que bajó de los barcos. Lo que señalan es que en eso hay un sesgo racista al negar su propio origen en relación a lo que significaron los pueblos indígenas y el colectivo afrodescendiente. Por eso nos pusimos en contacto e hicimos un ciclo de cuatro capítulos para indagar cómo fue representado el «negro cabeza» —por decirlo en bruto— en el arte argentino. Ese es un poco como el tema de la serie”.
Flachsland reivindica también el trabajo en los canales educativos públicos y recuerda que hay un artículo de la ley de educación nacional que le da razón de ser a estos medios, donde se indica que estos canales tienen que producir herramientas audiovisuales para la enseñanza y el aprendizaje de todos los niveles educativos y también para aquellas personas que por algún motivo hayan impedido su trayectoria educativa. “Los contenidos de estas pantallas tienen una vinculación directa con lo que se enseña en las escuelas, estamos atentos a los NAP (núcleos de aprendizajes prioritarios). Entonces podemos hacer un programa de matemática para secundaria, biología o geografía, y también sobre los contenidos transversales, que básicamente son la ESI, el ambiente y los derechos humanos”, explica.
“Para nosotros el Estado es un actor fundamental en la construcción de conocimiento y de sentido social. Y cuando decimos Estado, es una mesa donde están las firmas audiovisuales, las universidades, los contenidistas (profesores e investigadores) y los propios trabajadores de los canales”, concluyó. Como dice Sileoni en el prólogo, Encuentro, Pakapaka y DeporTV demuestran que es posible hacer “otra televisión”, entretenida, profunda, respetuosa de las audiencias, innovadora y constructora de una sociedad más igualitaria.