Hasta fines de 2010 tiene vigencia el contrato de alquiler del edificio que ocupa, desde hace 83 años, la Escuela Técnica Nº 638, en French y Avellaneda. Las autoridades del establecimiento piden la expropiación del inmueble. Es uno de los 29 edificios que el Ministerio de Educación provincial alquila en Rosario para que funcionen como escuelas.
Según datos de la Dirección Provincial de Infraestructura y Equipamiento Escolar (2008), el gobierno santafesino destina 3,5 millones de pesos anuales al alquiler de 135 establecimientos. En Rosario la cifra asciende a los 130 mil pesos mensuales.
"Entendemos que esta situación sirve como salida coyuntural y de transición, pero como las instituciones educativas son permanentes, la tendencia de los gobiernos debería ser tener establecimientos propios", expresa el secretario general de la delegación local de Amsafé, Gustavo Terés.
"El riesgo —destaca— es que estos edificios ponen un límite a la posibilidad de crecimiento de la escuela, quedando presos del criterio del propietario para las posibles modificaciones, además de compromisos leoninos en el contrato de locación".
En el mismo sentido se manifestó en septiembre pasado Alejandro De Stéfano, encargado ministerial de infraestructura escolar, cuando al ser consultado expresó a LaCapital: "La cuestión del alquiler tiene que ver con una forma encarada en otros períodos de gestionar las cosas y no solucionarlas definitivamente"; lo que a su criterio se agrava por el "abuso en los precios que fijan los propietarios". A fines del año pasado el ministerio analizaba la posibilidad de avanzar en la expropiación de alguno de estos inmuebles, aunque aún se desconocen detalles y el alcance efectivo de esta medida.
"Cada vez que hay situaciones límites en estas escuelas se genera tensión y malestar, porque la discusión pasa por el posible desalojo o quedarse", apunta Terés. Entre los casos más emblemáticos recuerda el de la Técnica Nº 628 Servando Bayo (Salta al 1300), cuando en 2007 el educar en un contexto de incertidumbre por el destino de la escuela derivó en movilizaciones e innumerables reclamos hasta su definitiva expropiación.
Reclamo legislativo
En mayo del año pasado, el diputado provincial Luis Rubeo (Frente Para la Victoria) presentó en la Cámara baja santafesina un proyecto en el que solicitaba al Ejecutivo la expropiación del inmueble de la Técnica Nº 638 Margarita Mazza de Carlés, de barrio Arroyito. A la institución concurren alumnos en su mayoría de barrios socialmente vulnerables, como Empalme Graneros, Ludueña, Rucci y La Cerámica.
"Los técnicos del Ministerio plantearon una serie de objeciones a la expropiación, pero estamos insistiendo para que se trate en extraordinarias este pedido", describe Rubeo, quien comenta que logró sumar a la preocupación acerca del futuro de la escuela al diputado socialista Sergio Liberati.
El diputado peronista Destaca que los reparos de Educación provincial radican en que "aparentemente le faltarían algunos metros al inmueble para la expropiación. Pero la escuela viene funcionando hace décadas". "A lo mejor habría que hacerle una serie de mejoras para remodelarla, pero ese es justamente el problema, porque al ser alquilada no consigue ningún plan de ayuda", puntualiza Rubeo.
El sueño de la casa propia
Economía y gestión, y comunicación y diseño son las dos orientaciones que ofrece a sus alumnos la técnica de Arroyito. Al establecimiento educativo se han acercado en los últimos años los adolescentes del barrio, modificando en parte el origen geográfico del alumnado. En total son 450 estudiantes que cursan de 1º a 5º años del secundario. "Viene esa cantidad porque no tenemos más espacio, pero si pudiéramos construir más aulas tomaríamos más chicos", señala Laura Capara, vicedirectora de la institución.
Entre los fundamentos del proyecto de expropiación presentado por Rubeo, se destaca que "la escuela no puede construir las aulas necesarias porque, a pesar de obtener recursos tecnológicos del Inet (Instituto Nacional de Educación Técnica), ese organismo no acepta construir espacios para uso tecnológico en escuelas alquiladas". Además expresa que la institución por este último motivo "no posee salón de actos ni puede edificarlo".
Expectante por el trámite legislativo que pide la expropiación, la directiva comenta que esperaban respuestas para febrero pasado, "pero —expresa— aún no tenemos novedades". La posibilidad de que la escuela pase a manos del Estado es para Capara una necesidad, también porque "en el barrio es conocida por los proyectos que la vincula con la comunidad, como la feria del libro, la revista del área de comunicación, y otras iniciativas que hacen que la relación con los vecinos sea cada vez más fuerte".