En una reunión de carácter público con la comisión de Control, Convivencia y Seguridad del Concejo, la secretaria de Control de Rosario, Carolina Labayru, habló de una fuerte disputa de su conducción política con la Dirección de Tránsito municipal. Adujo que la interna tiene origen en que desbarató presuntos nichos de corrupción que funcionaban en ese área, tanto con la carga de combustible como con la compra de repuestos.
Este lunes la funcionaria se reunió con los ediles de la comisión, en donde respondió el pedido de informes que se aprobó por unanimidad hace algunas semanas y que preguntaba sobre la situación del personal que depende de ese área municipal. Los trabajadores habían denunciado en el Palacio Vasallo la falta de elementos para desempeñar sus funciones, como alcoholímetros y aparatos de testeo de narcolemia, y que tienen vehículos en malas condiciones que carecen de la revisión técnica adecuada para circular.
Falta de teléfonos adecuados para fiscalizar, de personal suficiente para los operativos y de condiciones de seguridad justo cuando están recibiendo ataques de ciudadanos fueron otros de los puntos por los que reclamaron los agentes.
Contestación
En líneas generales, Labayru dijo que los trabajadores no habían dicho la verdad en cada una de las afirmaciones que hicieron, las que contestó una por una. En cuanto a los operativos nocturnos, aclaró que a diferencia de lo denunciado, no había dos alcoholímetros disponibles en la Secretaría sino siete, así como cuatro narcolímetros.
Además, apuntó que le gustaría tener los móviles en mejor estado, pero que salen a la calle en condiciones y que debe atender a las limitaciones que impone el presupuesto asignado a su área.
Pero luego realizó algunas declaraciones explosivas que evidencian una disputa feroz con la Dirección de Tránsito. Puntualmente, habló de un nicho de corrupción que había desbaratado su gestión, con sobreprecios que cobraban funcionarios tanto en la compra de repuestos para los vehículos como en combustibles. Especificó que antes la carga la hacían los mismos agentes con una tarjeta, y que ahora habían definido que lo hagan los móviles directamente al encontrar irregularidades. Sin embargo, ante la pregunta de los ediles admitió que no hubo todavía sumarios administrativos.
En ese sentido, refirió que estaba desmantelando estas conductas que venían desde hace mucho tiempo y que los reclamos -a su entender, infundados- eran la respuesta de los trabajadores en rebeldía. Incluso, en un momento advirtió que esa dirección podría no tener más los operativos de tránsito a su cargo, que quedarían a cargo de Proximidad, el reemplazo de la Guardia Urbana Municipal.
Rehenes
El presidente de la comisión, Lisandro Cavatorta, dio su mirada sobre las polémicas revelaciones de Labayru: “Esta disputa está resintiendo el servicio a los vecinos. No se puede paralizar la Dirección de Tránsito. Humildemente, que hagan la presentación en la Justicia y el sumario que corresponda para que se den explicaciones por esto”, expresó.
A modo de ejemplo, señaló que durante el verano los agentes se quedaron sin reactivos, según la funcionaria porque el director de Tránsito no lo informó. “Que hagan las denuncias correspondientes, pero que no lo sufra el vecino. Hay trabajadores buenos y trabajadores vivos, hay que separar la paja del trigo y mejorar la relación. Deben dirimir su interna sin perjudicar a rosarinos y rosarinas”, pidió.
Además, reclamó “más presupuesto, más videovigilancia, más vehículos y mejor personal, atento a que la secretaria dijo en la reunión que es un problema de la calidad del recurso humano, no de que faltan agentes”.
Al respecto, aclaró que casi la mitad de las llamadas al 911 tienen que ver con contravenciones: ruidos molestos, obras en construcción, peleas entre vecinos, todas cuestiones de control municipal y del espacio público. “Ahí debe estar la Secretaría de Control de la segunda ciudad del país, con más estructura y capacitaciones”, agregó.
Por último, hizo un llamamiento a Pablo Javkin: “El intendente nos pide que cada uno haga su parte, y el Ministerio de Seguridad tiene que cumplir, pero el municipio puede hacer mucho por la seguridad de los rosarinos y no lo está llevando a cabo. Javkin se la pasa reclamando y debería mejorar la relación con sus trabajadores, porque si no la gente termina perdiendo”, finalizó.