Un fuerte sismo con epicentro en Chile se sintió ayer en Rosario y generó escenas de pánico. Minutos después de las 20, la gente comenzó a bajar de los edificios con cara de preocupación y el movimiento cobró tal dimensión que obligó a evacuar centros de salud como la Maternidad Martin.
El movimiento telúrico de 7.9 en la escala de Richter se originó en Chile (ver página 22), generó un alerta de tsunami en todo el país trasandino y se sintió con fuerza en Rosario.
Minutos después de las 20 se vivieron escenas de pánico en la ciudad. En el Portal Rosario Shopping se evacuó a quienes estaban en el interior. Hubo corridas y gritos.
Los testimonios se repitieron en diversos sectores de la ciudad. En Sarmiento al 300 los vecinos de un edificio salieron a la calle asustados. “Temblaban las puertas, fue terrible. Todo el mundo empezó a correr hacia el palier”, señaló Graciela, una vecina de la torre, visiblemente asustada.
En el Palacio Minetti, en tanto, un grupo de profesionales que participaba de un curso en el séptimo piso no salía de su asombro. “Empezaron a moverse las luces y luego todos los bancos. La verdad es que nos mareamos bastante, fue muy feo”, narró una de las asistentes.
En el bulevar Oroño las escenas fueron similares. Los vecinos empezaron a bajar de los edificios muy asustados. “Fue tremendo, nunca había sentido algo así”, indicó Fabián en la esquina de Oroño y Mendoza.
En la Maternidad Martin los profesionales comenzaron a evacuar el centro de salud minutos después de que se desatara el sismo en Chile. Así, por las calles San Luis y Moreno comenzaron a verse médicos y pacientes con cara de preocupación. Mujeres con batas con sus pequeños bebés en brazos esperaron con impaciencia la llegada de los bomberos para que descartaran cualquier tipo de incidencia sobre la estructura del edificio.
Dos mujeres que se encontraban en pleno trabajo de parto tuvieron que ser conducidas hasta ambulancias para poder parir dentro de los vehículos.
En Oroño y Brown los vecinos se concentraron en las esquinas tras dejar los edificios con velocidad y casi con lo puesto. Es más, se pudo ver a algunos en bata en la vereda, señal de que el temblor los agarró bajo la ducha y les cortó el reparador y esperado descanso tras una larga jornada laboral.
Ana Laura, una vecina del barrio La Florida, no salía de su asombro. “Fue increíble, se me salió el agua de la pileta”, contó cerca de las 20.30, cuando el movimiento ya empezaba a ser un recuerdo. “El río tiene olas como si hubiera pasado un barco y no hay viento. Nunca vi nada así”, indicó.
En Güemes al 2100, Alejandro, un vecino del lugar, bajó a su padre en andas por la escalera del edificio ya que tiene una prótesis de rodilla. Aún conmocionado, recordó los dos sucesos similares que le tocó vivir en Los Angeles (EEUU), donde residió algunos años y fue testigo de movimientos telúricos. “Esto me retrotrajo a esas experiencias. La verdad es que es muy angustiante”, indicó. “La diferencia con Los Angeles es que allá se siente más porque las casas son de madera y se escucha más el ruido”, aseguró.
En algunos cines también se decidió evacuar a quienes disfrutaban de las películas. A muchos se los vio con cara de asombro y temor en la zona del Paseo del Siglo.
“Los vecinos bajamos rápido del edificio, pensamos que se caía todo”, dijo una joven en la esquina de San Luis y Oroño, aun conmocionada por lo ocurrido.
Al cierre de esta edición, personal de Bomberos y de Defensa Civil inspeccionaba algunos edificios para descartar que hubiera rajaduras que pusieran en peligro las estructuras. Las autoridades señalaron que ante la detección de cualquier daño edilicio, se debe hacer la denuncia a al línea gratuita 103.