Un hombre de 65 años fue abordado por dos delincuentes que luego de maniatarlo le robaron 60 mil pesos, unos 5 mil dólares y al parecer dos armas de fuego. La duda sobre el robo de las armas se centra en que si bien la víctima denunció en un primer momento en la comisaría la sustracción de un revólver y una pistola que eran su padre, luego modificó la denuncia y dijo que en realidad las había vendido tiempo atrás.
La tarde del domingo Oscar G. estaba en la puerta de su casa de Ayolas entre Alem y 1º de Mayo tomando unos mates. En un momento se aproximaron dos personas jóvenes portando armas de fuego y mediante amenazas lo forzaron a entrar a su vivienda.
Una vez dentro lo amedrentaron a golpes y le hicieron unos cortes en sus manos, agresión que tenía como objetivo que la víctima les dijera dónde se encontraba el dinero que, dijeron saber que tenía en su casa. "Uno se confía y yo estaba así: sentado y tranquilo. Eran dos muchachos los que vinieron y para mí que sabían mis movimientos. Directamente me pidieron el dinero", dijo el hombre a la prensa ayer al mediodía.
La casa es modesta y Oscar vive allí hace unos 20 años. "Me ataron y me dejaron sentado mientras buscaban lo que podían llevarse. El dinero robado fueron unos 60 mil pesos pero los dólares, una fuerte suma, no eran míos sino de un amigo, una lástima", sostuvo compungido.
"Todavía no entiendo nada ni sé como fue. Estoy mal y desorientado", admitió la víctima mientras mostraba su camisa ensangrentada. Cuando los delincuentes se fueron de la vivienda Oscar comenzó a gritar y un vecino logró liberarlo.
Al hacer la denuncia policial, minutos después, Oscar sostuvo que le habían robado un revólver calibre 38 y una pistola, pero luego modificó su denuncia. "No era que me las robaron. Yo las vendí hace mucho. Mi padre era coleccionista y yo pensé que aún las tenía. Me olvidé de que ya las vendí" dijo apresurado. La denuncia se realizó en la seccional 16ª y en la fiscalía de flagrancia en turno.
En un edificio. Otra entradera se registró ayer a la mañana en un señorial edificio ubicado en la esquina de Córdoba y Alvear. Una familia que hace años vive en uno de los pisos superiores fue asaltada por dos desconocidos que, según la información policial preliminar, sabían perfectamente acerca de los movimientos de la casa en la que además funciona un negocio de venta de vestidos de novia.
Según los voceros policiales consultados, a las 11 de la mañana llegó a la puerta del edificio con entrada por Alvear una empleada doméstica que se desempeña en el departamento habitado por la familia M. En el lugar vive una familia conformada por los padres y tres hijos. Al entrar los ladrones sólo se encontraban en el amplio departamento dos hijos varones: Juan, de 20 años, y José, de 23. La hermana y los padres estaban de viaje.
En la casa funciona una maison de moda que confecciona vestidos de novia y que atienden la hermana y la madre de los jóvenes. Los ladrones, que entraron junto a la empleada doméstica, redujeron a los muchachos y se dirigieron hacia la caja fuerte. Previamente, según las fuentes, golpearon a los jóvenes para que les dijeran la combinación de la caja.
Las fuentes revelaron que los hampones contaban con un sistema de comunicación con el que permanentemente tomaban contacto con cómplices que, se presume, los estarían esperando en la calle.
Una vez que abrieron la caja se hicieron de distintas joyas, y un efectivo que ronda, según la denuncia policial, unos 300 dólares. A esto se sumó una play station, una tablet y distintas pertenencias de los jóvenes y electrodomésticos.
Minutos después de la incursión los maleantes se fueron por el mismo lugar por el que entraron y sin despertar la menor sospecha en el vecindario. La denuncia fue radicada en la seccional 3ª e investiga la fiscalía de Flagrancia en turno.