Sudáfrica aparece desde hace algunos años como la nueva Itaca de los negocios
sojeros. Primero con el ingreso de la biotecnología y luego con la incursión de pioneros que
encontraron en ese país una oportunidad para la agricultura, la tierra de Nelson Mandela se perfila
como una nueva frontera agrícola mundial.
Con una población de 48 millones de habitantes y unos 7 millones de
hectáreas aptas para la agricultura —y un potencial de 13 millones de hectáreas—
aparece como una tierra de oportunidades. Para ilustrar el crecimiento que tuvo el negocio agrícola
en el sur del continente africano, Julio Ferrarotti, consultor independiente, explicó que la
superficie cultivada con soja en Sudáfrica viene creciendo. De 115.000 hectáreas sembradas en 2007
se pasaron a 185.000 en 2009 y se prevé llegar a las 240.000 en esta campaña.
En países como Zimbawe, Kenia, Uganda, se siembra la oleaginosa. "Este fenómeno de crecimiento
del cultivo va copiando el modelo país por país y no sería asombroso que dentro de 5 años sólo
Sudáfrica esté llegando al millón de hectáreas, sin considerar el resto de los nuevos países
sojeros del continente", apuntó el consultor.
La argentina hizo punta en ese continente a través de la genética vegetal y el ingreso de nuevas
variedades de semillas. Luego aparecieron los pioneros, grupos inversores que se trasladaron allí
para sembrar y, según prevén los analistas, el horizonte es infinito por el potencial de la
región.
En ese sentido, Ferrarotti explicó que Sudáfrica está siendo un nuevo nicho
de mercado para la soja por varios motivos. La región tiene superficies cultivables aptas para la
oleaginosa y el cultivo está difundido a nivel del continente pero no con todo su potencial. Además
porque es fuente de proteínas. "Se está promoviendo a nivel gobierno, porque hay una crisis
alimentaria muy grande. Por otra parte, la población nativa tiene intolerancia a la lactosa de la
leche, por eso se promueve la soja como fuente de alimentos que la suplan, tales como la leche de
soja o el tofu", dijo y agregó: "Pero lo que no se sabe todavía a ciencia cierta es si van a ser
consumidores o competidores".
Por otra parte, Ferrarotti señaló que hay todo un potencial en materia de
biocombustibles, utilizando a la soja como materia prima. Explicó que se instalaron muchas fábricas
de procesamiento en Zimbawe, donde se avanzó mucho en investigación y mejoramiento genético.
Otro de los usos de la soja es para producción animal. De hecho se la usa
como alimento para el ganado. "El problema es si empieza a generar excedente y competir", insistió
Ferrarotti quien aclaró que es importante que la Argentina empiece a interactuar con este
continente, aunque en rigor, productores internacionalizados lo están haciendo, así como en países
como Brasil o Europa del Este.
Por otra parte el analista señaló que "se puede exportar la tecnología de
siembra directa y detrás de eso está el negocio para la maquinaria agrícola, algo que abriría
muchas oportunidades para Santa Fe".
El consultor opinó que el productor argentino tiene que exportar todo el
paquete de conocimiento que tiene para obtener mejores rindes, ajustar las tecnologías y mejorar
los potenciales de rendimientos. "Sudáfrica es un mercado interesante para todos los proveedores de
soja del mundo, inclusive para Estados Unidos", concluyó Ferrarotti.
Experiencias
En ese sentido, el semillero Don Mario, fue unos de los pioneros en
desembarcar allí. Desde hace 5 años tienen contacto con una empresa de Sudáfrica, que evalúa sus
variedades de soja, las cuales mostraron rápida adaptación a los suelos africanos. "Nos pagan
regalías por dos variedades de soja que son experimentales. Estamos entusiasmados por la adaptación
de nuestros productos y ahora estamos en tratativas con dos empresas sudafricanas que van a
comercializar nuestras variedades y pagar regalías por la venta por bolsa", dijo Gerardo Bartolomé,
presidente de Don Mario.
Sostuvo que ven esto como un negocio interesante, puesto que es una puerta
de entrada a otros países africanos. "Sudáfrica permite los transgénicos, mientras que otros países
no", dijo Bartolomé.