A pesar de la recesión y los efectos de la crisis internacional, los índices de
pobreza e indigencia en el Gran Rosario casi no variaron entre fines de 2008 y fines de 2009. Esa
es la lectura, al menos, que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en un
informe difundido ayer.
Según estas cifras, en el segundo semestre del año pasado, el 9,7 por ciento de
los hogares de la región estaba por debajo de la línea de la pobreza, apenas una décima por encima
del mismo período de 2008 y cuatro décimas por debajo del índice del primer semestre, cuando se
registró el peor momento de la crisis.
Por otra parte, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), entre enero y
junio de 2009 el 14,6 por ciento de la población en el Gran Rosario era pobre, mientras que entre
julio y diciembre ese porcentaje había bajado al 13,8 por ciento. Un año atrás, durante el segundo
semestre pero de 2008, el 13,7 por ciento de la población tenía ingresos menores a la canasta
básica total.
A fines de 2009, la canasta básica total era de 348,67 pesos. La línea de
pobreza divide a los individuos y hogares cuyos ingresos son suficientes o no para adquirir los
productos y servicios de esta canasta. La línea de indigencia se mide, en cambio, en base a la
canasta básica alimentaria, que sólo incluye bienes de subsistencia.
En definitiva, la clave para esta medición es el Indice de Precios al Consumidor
(IPC) que elabora el Indec, con todos los cuestionamientos que recibe. De hecho, si de la región se
trata, el índice de precios que elabora el organismo de estadística provincial (Ipec) casi triplicó
el año pasado al nacional.
En cuanto a los hogares indigentes, el organismo no registró variación en el
Gran Rosario entre el primero y segundo semestre del año pasado (4,2 por ciento) pero sí una baja
respecto del segundo semestre de 2008 (4,9 por ciento).
Durante el segundo semestre de 2009, el 5,6 por ciento de la población no podía
acceder a la canasta básica alimentaria, que sobre finales del año se ubicó en 155,94 pesos. En el
primer semestre el 5,7 por ciento de los habitantes estaba en esa situación. En el segundo semestre
de 2008, el 6,6 por ciento.
Los porcentajes presentados para el total de 31 aglomerados urbanos indican que,
durante el segundo semestre de 2009, se encuentran por debajo de la línea de pobreza 692.000
hogares, los que incluyen 3.148.000 personas. En ese conjunto, 226.000 hogares se encuentran, a su
vez, bajo la línea de indigencia, lo que supone 847.000 personas indigentes.
Al observar los datos puede verse que la incidencia de la pobreza es mayor para
las personas que para los hogares, lo que indica que, en promedio, los hogares pobres tienen más
miembros que los no pobres. Es decir, que las diferencias no provienen de una metodología
diferente, sino del tamaño de los hogares en ambos grupos.
A nivel nacional, el índice de pobreza se colocó en el segundo semestre del 2009
en 13,2 por ciento, por debajo del 15,3 por ciento registrado entre julio y diciembre del 2008,
informó ayer el Indec. El índice de indigentes, en tanto, llegó en el segundo semestre del 2009 al
3,5 por ciento, desde el 4,4 de igual período del 2008.