Catalina Aquino y Carmelo P. estaban tomando mates en la puerta de una pollería en Misiones al 6100 cuando pasó una moto roja de la cual bajó un hombre y sin más disparó contra la vivienda. La mujer de 63 años murió en el momento y su pareja, de 58, fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde la noche del miércoles quedó internado en grave estado. Por la información preliminar, el ataque se enmarca en un enfrentamiento de bandas que se disputan el barrio Santa Lucía.
Anoche la familia Gimenez —hijos y nietos de Catalina que llevan ese apellido— lloraba sin consuelo. “¿Por qué son así? ¿Por qué se meten con la mami?...¡Ella no tiene nada que ver, por qué son así loco!”, gritaba en cuclillas un hijo de la víctima mientras su cuerpo se estremecía.
Los otros familiares estaban en silencio, sollozaban y se abrazaban. Las víctimas de esta guerra no saben de piedad.
Los efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) levantaron de la puerta del negocio cuatro vainas servidas calibre 380, dos balas encamisadas y un trozo de plomo deformados, además de un celular dañado con un orificio.
Con historia
Catalina tuvo los últimos años varios días difíciles. El 21 de agosto de 2019 tres hombres pasaron varias veces frente a la misma casa de Misiones al 2100. Carlos Saúl “Carita” Gómez iba con Alfredo “Edu” Salva Céliz en una moto azul y Maximiliano “Maxi” González en un Peugeot 206 gris. Al parecer buscaban a un hijo de la mujer, Rubén Gimenez, que había salido de prisión.
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Los acusados, miembros de la banda de Claudio “Morocho” Mansilla, dispararon varias veces contra la casa. Catalina lavaba ropa cuando escuchó los tiros y fue a cerrar el portón. Así la alcanzó un balazo en el abdomen pero sobrevivió. Por el hecho Salva Céliz aceptó en febrero pasado una condena a siete años, mientras que Maxi González espera ir a juicio oral en un par de meses. Y Carita Gómez afronta un pedido de 13 años de prisión.
Esa balacera fue el inicio de una violenta saga que se cobró dos vidas de la familia de Catalina, enfrentada con Mansilla por el control del narcomenudeo en Santa Lucía. Según investigaciones publicadas por este diario, un conflicto de 2014 había recrudecido en 2019. Tres días después del ataque a Catalina, una balacera dirigida al bando rival en pasaje Serén al 7700 se cobró la vida de Sol Delgado y dejó heridos a Carita, Salva Céliz (pareja de la víctima) y Gabriel A.
Al mes siguiente del ataque a la mujer fue asesinado su yerno Sergio Birri, baleado desde una moto en Estudiante Aguilar 7750 en un hecho por el cual también fue imputado Carita Gómez. Días después un hijo de Catalina que había sobrevivido a un ataque a tiros, Rubén Giménez, fue asesinado cuando jugaba al fútbol en una canchita de Pujato al 8000.