Juan Pablo Baggio había sido acusado de encubrimiento agravado por el hecho en que mataron a Julio Bereciartu hace un año
Juan Pablo Baggio había sido acusado de encubrimiento agravado por el hecho en que mataron a Julio Bereciartu hace un año
El empresario entrerriano Juan Pablo Baggio, quien en octubre del año pasado fue testigo directo del asesinato de su amigo Julio Bereciartu en el epílogo de una salidera bancaria, tuvo esta semana un fallo favorable de la Justicia. La Cámara de Apelación en lo Penal revocó el procesamiento que el juez de Instrucción Javier Beltramone le había dictado bajo la figura de "encubrimiento agravado". Es que el magistrado entendió que el muchacho, de 26 años, ocultó al declarar que antes del crimen habían pasado por una casa de cambios del centro rosarino. Y que ese ocultamiento fue para evitar que se investigue "el origen de los fondos" que buscaron los maleantes. Tras ello el juez fue recusado y separado de la causa y ahora los camaristas entendieron que no hubo en el obrar del imputado ningún tipo de encubrimiento.
Bereciartu tenía 52 años y era presidente del club Tiro Federal de Gualeguaychú, donde vivía con su esposa y dos hijos. Tenía otros dos hijos de su primer matrimonio. Durante años trabajó para la empresa alimenticia RPB que fabrica y distribuye los jugos Baggio. Por diferencias entre los hermanos dueños de firma, a mediados del año pasado se desvinculó tras 23 años de servicios y comenzó a trabajar para uno de los socios, Rufino Baggio, a quien lo unía una relación de amistad. Se ocupaba del arrendamiento de campos y el alquiler de propiedades.
El 10 de octubre de 2012 viajó a Rosario en compañía de Juan Pablo Baggio, hijo de su empleador, en una camioneta Toyota Hilux. A las 14.20, cuando estaban detenidos frente al semáforo de Santa Fe y Cafferata, dos motociclistas abordaron al conductor. El que iba como acompañante de la moto Yamaha YBR, bajó del rodado y amenazó a Bereciartu con un arma. En un forcejeo realizó dos disparos. Una bala le ingresó al conductor por la axila izquierda y lo mató casi en el acto. Tras ello los ladrones se llevaron una campera que tiraron al piso al escapar.
Insuficiente. El caso fue investigado por el juez de Instrucción Javier Beltramone, quien en agosto pasado procesó a Juan Pablo Baggio por encubrimiento agravado. El magistrado dijo en su fallo que el joven hizo un "relato insuficiente y contradictorio" sobre la mecánica de los hechos. Y recordó que el empresario entrerriano negó que hayan tenido dinero encima y que se tratara de una salidera, así como que previo al ataque había estado junto a Bereciartu en una financiera de la peatonal Córdoba.
También manifestó el juez que Baggio habló de "un solo tiro" cuando los pesquisas constataron que hubo dos. Y, en ese sentido, el fallo sostuvo que "se infiere que hubo un tiroteo por algo que había que evitar, algo grande: evitar el robo de una gran suma de dinero". Al respecto tuvo en cuenta el testimonio de la viuda de Bereciartu, quien dijo que cada vez que su esposo viajó a Rosario en los últimos años lo hizo para retirar dinero de una financiera y por encargo de la empresa en la que trabajaba.
Sin embargo los defensores de Baggio, los abogados Arturo Milano y Víctor Corvalán, no sólo apelaron ese procesamiento sino que también recusaron al juez Beltramone al entender que había "prejuzgado" al realizar declaraciones a la prensa en las que planteó la hipótesis de la salidera bancaria. Entonces, la Sala II de la Cámara (Adolfo Prunotto Laborde, Ramón Ríos y Guillermo Manuel Llaudet) dispuso primero el apartamiento del magistrado y ahora revocó el procesamiento.
Argumentos.En el dictamen, los camaristas hicieron suyas las afirmaciones del Fiscal de Cámaras, Guillermo Camporini, quien sostuvo que "el obrar de Baggio no encuadra en la figura de encubrimiento agravado ya que la acción típica consistente en ocultar, alterar o hacer desaparecer rastros, pruebas o instrumentos del delito, al igual que la ayuda al autor o partícipe, consistentes en ocultarlos o hacerlos desaparecer, se vinculan siempre e indefectiblemente con cosas provenientes del delito propiamente dicho o instrumentos del mismo". Y, en ese marco, el fiscal manifiesta que "lo ocultado por Baggio fueron dinero o divisas que eran de su propiedad o de su padre, con lo cual bajo ningún aspecto puede considerarse que provengan del ilícito que culminó con la muerte de Bereciartu".