La Suprema Corte de Justicia bonaerense ordenó reabrir la investigación de la denominada "Masacre de Wilde", en la que cuatro personas fueron asesinadas por policías en enero de 1994, en esa localidad del partido de Avellaneda.

La Suprema Corte de Justicia bonaerense ordenó reabrir la investigación de la denominada "Masacre de Wilde", en la que cuatro personas fueron asesinadas por policías en enero de 1994, en esa localidad del partido de Avellaneda.
Los jueces afirmaron que aún cuando se evaluase que el cuádruple homicidio investigado no configura un delito de lesa humanidad, es indudable que fue una gravísima violación de los derechos humanos".
La Corte revocó así los sobreseimientos a favor de los imputados Julio César Gatto y Pablo Francisco Dudek por el juez de primera instancia de Lomas de Zamora y confirmada hace tres años por la instancia judicial superior.
La "Masacre de Wilde" ocurrió el lunes 10 de enero de 1994, cuando policías de investigaciones persiguieron a los ocupantes de dos autos "al confundirlos con los delincuentes" que buscaban y los asesinaron a balazos, según declararon en su oportunidad.
Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, que viajaban en un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Ciccutín, que iba en un Dodge 1500, guidado por Claudio Díaz.
De acuerdo a la investigación, un Renault 21 en el que se conducían cuatro efectivos de la Brigada de Investigaciones de Lanús, interceptó el paso y chocó el Peugeot.
Minutos después se sumaron otros cinco policías que llegaron en otro vehículo y acribillaron a balazos el Peugeot, por lo que murieron los tres ocupantes.
Díaz trató de eludir esa escena, pero un grupo de los policías lo hizo detener, bajar del auto con sus manos en alto y lo obligaron a tirarse al piso.
Cuando Ciccutín trató de hacer lo mismo fue baleado y luego murió en el hospital de Wilde. De acuerdo a los peritajes, ambos vehículos y las víctimas recibieron unos 200 impactos de bala calibre 9 milímetros, disparados con pistolas y al menos un subfusil Uzi.
La jueza de Lomas de Zamora Silvia González detuvo a los 11 policías que habían intervenido en el hecho, pero luego de permanecer unos meses con prisión preventiva, fueron liberados por la Cámara de Apelaciones y Garantías.
Se trataba del comisario César Córdoba, el subcomisario Oscar Mantel, los oficiales Gatto, Hugo Reyes, Marcelo Valenga, y los suboficiales Dudek, Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Carlos Saladino, Marciano González y Daniel Cinquino.
Estos policías integraban la Brigada de Investigaciones de Lanús, cuyo subjefe era entonces el comisario Juan José Ribelli, quien fue detenido, procesado y luego absuelto por el atentado a la Amia.

Por Gonzalo Santamaría