El motorman Daniel López, quien protagonizara la tragedia ferroviaria de Castelar el pasado 13 de junio provocando la muerte de tres personas y unos 65 heridos, fue procesado sin prisión preventiva como autor del delito de "estrago culposo agravado".
Fuentes judiciales informaron que así lo resolvió el juez federal de Morón Jorge Rodríguez quien impuso al motorman un embargo de 10 millones de pesos, y a su vez dispuso el sobreseimiento de los otros tres imputados.
El hecho tuvo lugar el 13 de junio por la mañana cuando la formación que manejaba López, entre las estaciones Morón y Castelar, cuando embistió a otro tren que estaba frenado sobre la vía.
Ante la Justicia, López aseguró que le falló el sistema de frenos y que él hizo intentos en vano para parar la formación.
El juez Rodríguez tuvo en cuenta que los pasajeros del chapa 01 que condujo López desde que salió de Castelar nunca frenó, pero sobre todo valoró la pericia realizada por una junta encabezada por el experto Raúl Díaz (el mismo técnico que intervino en la tragedia ferroviaria de Once) y conformada por profesionales de parte.
Ese informe concluyó que el motorman López traspasó al menos tres señales de advertencia, una primera amarilla, otra con aspecto de apagado que indicaba peligro, y una última roja, sumado a que no hubo señales que haya accionado el jostick para accionar el frenado, ni tampoco que haya aplicado los frenos de emergencia
Ello determinó que para la el juez ni siquiera el motorman intentó frenar la formación, y que incluso la velocidad desde que partió de la estación Morón hasta el impacto fue progresiva.
"No se ha encontrado evidencia de falta o mal funcionamiento de los sistemas de freno de la formación chapa 01, como así tampoco otros elementos o factores técnicos que hubiesen imposibilitado la reducción de velocidad desde la señal atravesada en amarillo hasta el momento del impacto", concluyó el juez, quien rechazó que "puede detectarse mal funcionamiento de la unidad".
Responsabilidad. El juez sostuvo que "el accionar disvalioso achacado al encausado López, provocó el fallecimiento de tres jóvenes personas": Exequiel Vargas, de 18 años; Cristian Darío Nuñez, de 31; y María Laura del Zompo, de 38; a la par que "ocasionó lesiones de diversa consideración".
En la misma resolución, el juez Rafecas sobreseyó a Raúl Eduardo Ahumada (chofer de la otra unidad), Raúl Martín Méndes y Ernesto Rafael Bizantino, con la "expresa mención que la formación de la presente causa en nada ha afectado el buen nombre y honor del que hubieren gozado".