El presidente Mauricio Macri recibió ayer en la Casa Rosada al primer ministro italiano, Matteo Renzi, junto a quien acordó "crear puentes" para generar inversiones en el país, mientras que el europeo destacó que "hay mucha expectativa en todo el mundo" por el nuevo gobierno argentino.
"Estamos contentos porque con esta visita venimos retomando la relación con todo el mundo, buscando alternativas para poder crecer, crear empleo, uno de los más grandes desafíos", sostuvo Macri en el marco de la visita del premier italiano, la primera luego de 18 años.
Durante una declaración conjunta en el Salón Blanco de la Casa Rosada, el jefe de Estado argentino subrayó: "Queremos que los italianos vengan a ayudarnos a crecer. Como dijo nuestro Papa (Francisco), hay que crear puentes".
"Estos puentes son los que se abren con tu visita, que la tomamos como una clara demostración de afecto hacia nuestro pueblo de parte del pueblo italiano", afirmó Macri.
Minutos antes, los mandatarios habían mantenido un encuentro privado en el Salón Eva Perón, en el marco de la visita oficial de dos días que Renzi desarrolló en el país y que incluyó además una recorrida por el estadio del club Boca Juniors y por la estación Haedo, donde se supervisó el estado de las obras de soterramiento del ferrocarril Sarmiento.
"Este afecto tenemos que lograr que sea la base del crecimiento, y estoy seguro que trabajando juntos lo vamos a lograr", subrayó Macri.
Promesa de negocios. Por su parte, Renzi expresó su apoyo al gobierno de Macri e instó a los empresarios italianos a invertir en el país: puntualmente, anunció para junio una misión de 300 hombres de negocios de su país.
"Les decimos a los empresarios italianos que Argentina es uno de los lugares con más solidas posibilidades para invertir", resaltó el premier europeo, que además invitó al mandatario argentino a visitar próximamente Italia.
Renzi resaltó además que "hay mucha expectativa en todo el mundo por lo que el presidente Mauricio Macri y su gobierno van a poder hacer" en la Argentina. No fue el único elogio, ya que completó: "Estoy convencido de que la nueva etapa que se está abriendo en tu país va a dar esperanzas a tantas personas en América latina y Europa".
El mandatario italiano recordó además que la última visita de un jefe de Estado de ese país fue en 1998, cuando Romano Prodi firmó acuerdos de cooperación con su por entonces par Carlos Menem.
"Venimos de dos países que se quieren mucho, nuestros ciudadanos se quieren, pero todos los que se quieren tienen seguramente que verse más seguido, y en lo institucional es una locura que por 18 años nadie haya venido acá. Por consiguiente, asumí el compromiso de venir muy seguido, no sólo personalmente sino como gobierno", manifestó Renzi.
El florentino destacó especialmente que es importante avanzar en temas comunes en materia energética y sostuvo: "Estamos enfrascados en cómo lograr más inversiones", no solo en materia de energía, sino en temas "ferroviarios".
"Necesitamos mejorar el sistema logístico en inversiones" y temas "agroalimentarios", indicó el presidente, al considerar que así se dejará "de ser el granero para ser el mercado del mundo".
Macri cumplió con los horarios del protocolo: a las 12 recibió a Renzi en la escalinata de ingreso por la explanada de la Rosada, de inmediato ambos se trasladaron hacia el Salón Blanco para la foto oficial y luego se dirigieron al Salón Eva Perón, donde tras la reunión privada dieron la declaración conjunta y se trasladaron al Museo del Bicentenario para el almuerzo de agasajo al visitante italiano.
Estación Haedo. Además de la visita a la Casa Rosada, Renzi acompañó a Macri en la supervisación de obras de soterramiento del ferrocarril Sarmiento en la estación Haedo, cuyo proyecto había sido anunciado en 2006.
Recorrió también las instalaciones del club xeneize junto al presidente de la institución, Daniel Angelici, y recibió de regalo una camiseta del Boca con su nombre y un balón.
Renzi se declaró fanático de la Fiorentina y conocedor de Boca, del fútbol argentino y sus figuras.