Paola Flores es una de los millones de latinoamericanos que luchan contra la obesidad, una epidemia que afecta a esta región más que a otras en el mundo en desarrollo.
Paola Flores es una de los millones de latinoamericanos que luchan contra la obesidad, una epidemia que afecta a esta región más que a otras en el mundo en desarrollo.
Más del 56 por ciento de los adultos latinoamericanos sufren de sobrepeso u obesidad, comparado con un promedio global de 34 por ciento, según un reporte del Overseas Development Institute del año pasado.
El creciente problema con frecuencia afecta a los más pobres en la sociedad, y amenaza con superar los sistemas de salud de América latina, además de reducir el crecimiento económico en el largo plazo, dicen expertos.
"Comprar un combo familiar de pollo frito, papas fritas y una bebida me alimenta a mí y a mis tres hijos por un precio que puedo pagar", dijo Flores, que trabaja como secretaria, mientras esperaba su turno en la fila de un restaurante.
Desde 1991, el número de personas hambrientas en América latina disminuyó de 68.5 millones a 37 millones.
Aunque la región es la única en camino de cumplir con las metas de Naciones Unidas de reducir el hambre para el 2015, se ha prestado menos atención al combate contra la obesidad.
En la última década, las economías de rápido crecimiento impulsadas por un auge de las materias primas, incluyendo México, Colombia y Brasil, han visto una clase media creciente con un gusto por alimentos más procesados que tienen alto contenido de sal, azúcar y grasa.
La asistencia en la forma de pagos en efectivo, impulsados por algunos de los gobiernos de izquierda de la región, en particular Brasil, hace que la gente tiene más dinero para gastar en alimentos.
Los gobiernos y programas de nutrición necesitan enfocarse en asegurar que las personas compren más alimentos altos en fibras y proteínas, como frutas y vegetales, dijeron funcionarios de la ONU.
"En el pasado, el principal problema que teníamos en América latina era la baja nutrición. Intentamos abordar los programas escolares de alimentación y suplementos para las familias", dijo Yenory Hernández-Garbanzo, de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).
"Ahora tenemos que ver la situación general. Le estamos dando a estas familias mucha energía en alimentación pero no les enseñamos cómo balancear su dieta", dijo la funcionaria de nutrición a la Fundación Thomson Reuters.
La obesidad es la enfermedad crónica de crecimiento más veloz, y causa el fallecimiento de 2,8 millones de adultos por año. Las condiciones vinculadas con esa alteración, como diabetes y enfermedades cardíacas, ahora causan más muertes que la hambruna, según el Foro Económico Mundial.
"Las tasas de obesidad en América latina y el mundo, con un crecimiento muy rápido, representan enormes desafíos sociales y son una carga tremenda sobre los individuos afectados, así como en la economía global y los sistemas de salud pública", dijo Florencia Vasta, especialista de Global Alliance for Improved Nutrition.
México enfrenta la crisis de obesidad más grave en la región, con 70 por ciento de los adultos con sobrepeso u obesidad, según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de México.
"La obesidad en algunos países de América latina, como México, es una epidemia donde se deben tomar medidas extremas", dijo Juan Rivera, director del centro de investigación en salud y nutrición del INSP, a la Fundación Thomson Reuters.
La obesidad le costó a la economía mexicana unos 5.500 millones de dólares estimados en 2008, dijo, y si no se aborda el problema la cifra podría alcanzar los 12.500 millones de dólares para el 2017.
Para combatir la obesidad, que México declaró una prioridad de salud pública, los legisladores aprobaron medidas para fomentar el ejercicio y los hábitos saludables, como viajes gratis en el metro si los pasajeros hacen 10 flexiones y un impuesto del 2014 a bebidas azucaradas y comida chatarra.
Las medidas incluyen la prohibición de alimentos no saludables en las escuelas y exigir que coloquen bebederos para reducir el consumo de bebidas azucaradas.
Costa Rica, Uruguay y Colombia también aprobaron iniciativas similares para fomentar la alimentación saludable en las escuelas, mientras que Ecuador introdujo controles a las etiquetas alimenticias.
"México ha tomado buenos pasos en su lucha contra la obesidad durante éste y anteriores gobiernos, pero aún hay mucho terreno que cubrir", dijo Rivera.
Los expertos dicen que una de las razones por las que la obesidad es un problema en América latina surge del poder de las firmas multinacionales de bebidas y alimentos, en particular las estadounidenses.
"Uno de los temas más grandes aquí es la influencia de la industria alimenticia", dijo la experta de la FAO Melissa Vargas. "Tienen mucha influencia política y dinero para publicidad", agregó.
Por Luis Castro