La economía social es un área de acción amplia que cobija herramientas y políticas del ámbito laboral, productivo, medioambiental y de la salud. La idea de que exista una economía determinada por su anclaje en lo social se hizo fuerte en Argentina tras la crisis de 2001/2002, cuando los circuitos formales de trabajo e inserción explotaron y dejaron a una porción gruesa de ciudadanos sin ningún amparo institucional.
Durante los años de la posconvertilidad, los diferentes niveles del Estado se fueron apropiando del concepto hasta adoptarlo como parte constitutiva de su forma de hacer política, lo cual se corroboró tanto desde la Nación como desde la Municipalidad.
Con el programa de Agricultura Urbana como punta de lanza, la gestión municipal busca darle una vuelta nueva a las prácticas de la economía social en Rosario, una estrategia cuyo primer paso formal fue la jerarquización del área, que pasó de depender de Promoción Social a convertirse en una secretaría en si misma.
El elegido para darle oxígeno al proyecto es Nicolás Gianelloni, secretario del área, quien está acompañado por Sabrina Arcamore como subsecretaria.
“Esta gestión decidió jerarquizar el tema como demuestra que pasó a ser una secretaría en si misma, eso ya da una idea de que se revalorizó y de que será uno de los ejes prioritarios de gobierno. Creo que Rosario es la única ciudad del país que le da tanto valor a la economía social, y eso es una decisión de la intendenta”, explicó Gianelloni, quien agregó que esto significa que crecerán las partidas destinadas al área, así como mayores recursos en general.
El objetivo de gestión es priorizar la inclusión, con la economía social como una de las herramientas mas importantes y sobre la base de tres ejes: cercanía, sustentabilidad, y convivencia.
Para eso buscarán afinar la coordinación con el gobierno provincial, donde también se jerarquizó el área con la creación de una nueva secretaría bajo el paraguas de Producción.
A nivel nacional el contexto político es más difuso: “No hay certezas todavía respecto a cual será la política nacional en materia de economía social, pero lo que si sabemos es que es algo que se construye desde abajo, desde las organizaciones y la sociedad civil, y pensamos que eso es algo que a esta altura ningún Estado puede ignorar y dejar de lado”.
Tres ejes. Pase lo que pase a nivel nacional, Gianelloni destacó que la nueva secretaría intentará respetar y acompañar la larga tradición emprendedora y cooperativa de Rosario: “Tenemos una tradición en ese sentido y por eso queremos potenciar los programas existentes, y agregar nuevos programas de común acuerdo con otras organizaciones”.
“Nos sentimos parte de un equipo y de un gabinete más frentista que en otras gestiones, con un equipo más plural. Tenemos muchas ganas de innovar”, subrayó.
Uno de los ejes de trabajo será la cercanía, entendida como la intención de estar cada vez más presentes en los barrios, en el territorio, y cerca de los vecinos.
Para eso se creará un área de gestión territorial, con promotores de la economía social en cada distrito, lo que estará acompañado por la generación de nuevos centros de emprendedores. Sabrina Arcamore puntualizó que poder pasar de prácticas laborales muchas veces informales a la economía del trabajo “es uno de los mayores desafíos que enfrentamos”.
“Trabajamos con jóvenes en conflicto con la ley penal y con mujeres víctimas de violencia, buscamos brindar herramientas de ayuda a esos colectivos en riesgo para encontrar una salida laboral”, dijo.
En ese contexto aparece el programa Andando, que busca reemplazar los carros a tracción de sangre a través de la capacitación en oficios de los ex carreros, así como el RAES de recolectores de residuos electrónicos, que trabaja con cooperativas y una planta propia de reciclado.
“Con la decisión de priorizar la cercanía, estaremos presentes en todos los distritos, y muy cerca de las necesidades de la gente”, agregó Arcamore, quien contó que existe la intención de armar una escuela de emprendedores para sumar capacitaciones en todo tipo de oficios.
Huertas urbanas. Respecto al trabajo para mejorar la sustentabilidad, los funcionarios destacaron la idea de “apuntar y apoyar todas las políticas que ayuden a que Rosario sea una ciudad cada vez más sustentable”.
El programa más representativo en ese ámbito es el de Agricultura Urbana, muchas veces distinguido a nivel internacional pero con el desafío de volver a brillar a nivel local como hace algunos años, cuando unas 10 mil personas participaban de esas prácticas contra alrededor de 2000 en la actualidad.
Gianelloni recordó que el programa, que seguirá bajo la dirección de Antonio Latuca, apunta no sólo a la producción orgánica de verduras si no también a la adopción de formas de consumo más saludable, y de comercio más justo.
“Queremos readecuar los parques huertas para poder hacer agregado de valor allí”, dijo el secretario, quien recordó que el programa empezó en el año 2000 como espejo de la gran crisis, y que luego se fue reciclando para llegar a la actualidad con la participación de unas 2000 personas, que trabajan en 30 hectáreas de huertas urbanas organizadas en 5 parques huerta.
Para potenciar esa práctica, desde Economía Social se proponen crear una nueva área de comercialización, así como mejorar y ampliar las ferias de venta al público que ya existen y avanzar hacia una feria digital via web.
“Lo producido se comercializa en huertas y en ferias, y para muchas familias es su medio de vida. Hoy vemos que hay más demanda que oferta y queremos agregar valor, así como retomar un proyecto de cultivos de plantas medicinales junto con Salud”, apuntó Arcamore.
En esa línea funcionan los biomercados de productores orgánicos, una feria que junta a los emprendedores del área y les permite ofrecer su mercadería, así como el taller de las tres ecologías que se realiza en el Parque España.
En relación con el tercer eje de gestión, que es el de la convivencia, tanto Gianelloni como Arcamore coincidieron en señalar que se trata “de todo un desafío”.