Otra vez se colmó la capacidad hotelera de Rosario, por donde el último fin de semana largo pasaron, se estima, no menos de 40 mil turistas. Como ocurrió ya varias veces durante este otoño, mucha gente debió incluso alojarse en ciudades vecinas, como Funes, Roldán, San Lorenzo y hasta San Nicolás. Si bien la buena performance del turismo receptivo hace rato dejó de ser novedad en la ciudad, cada vez es más continua. Y cuando se suman feriados puente, como ocurrió esta vez, sólo se hace más evidente. Según afirmó el secretario de Turismo municipal, Héctor De Benedictis, en el desarrollo sostenido del sector incide de modo clave "la conectividad terrestre" de Rosario, vía autopistas, con las principales ciudades del país: en este caso, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
A diferencia de lo que ocurrió durante el fin de semana que tuvo a Rosario como sede del Súper TC2000 y el foro Río 20, cuando se esperaba una ocupación hotelera a pleno y finalmente los establecimientos sólo trabajaron al 70 por ciento, esta vez casi no quedó plaza libre en la ciudad (excepto una pocas, por ejemplo por la caída de reservas).
No todos duermen. Para calcular cuánta gente en total llegó a la ciudad (alternando los días, ya que raramente los visitantes permanecen las cuatro o cinco noches que suman el fin de semana, el feriado puente y el feriado nacional propiamente dicho), De Benedictis manejó la siguiente ecuación: un 33 por ciento que pernoctó en las 8.700 plazas de hoteles que ofrece Rosario; otro 33 por ciento que se alojó en casas de familia (incluidas las de hijos u otros parientes que estudian en Rosario) y el resto, turismo regional, que fue y vino en el día.
La suma, estimativa, arrojó que alrededor de 40 mil personas circularon como visitantes por la ciudad.
De cualquier modo, la actividad se reflejó en muchas actividades, entre ellas la gastronómica y la cultural.
En uno de los locales más emblemáticos y sobre todo de los más visitados por turistas en la ciudad (y, de hecho, uno de los pocos que abren durante los feriados en el centro), el bar y restaurante El Cairo, confirmaron que se trabajó "muy, pero muy bien".
Aunque uno de sus dueños, Mario D'Agostino, dijo no contar aún con los números finales de la recaudación de todo el fin de semana, afirmó que "sin duda" la actividad superó con creces a la del anterior (nuevamente, pese al TC 2000) e incluso mejoró la de otros feriados largos.
Monumento concurrido. También desde el Monumento Nacional a la Bandera barajaron cifras auspiciosas. Mientras otros fines de semana largos el número de visitantes ronda entre 3 mil y 5 mil, esta vez contabilizaron unos 8.500.
De Benedictis ilustró la tendencia con otros fenómenos que tienden a acompasarse con el arribo creciente de turistas a la ciudad. "Desde un hace año y medio o dos años, los grupos de teatro independiente están planificando su actividad también en función de la gente que llega a Rosario para pasear".
En el microcentro, la actividad comercial fue dispar. El lunes, en el puente del feriado largo, hubo negocios sobre la peatonal y locales del llamado Complejo de Galerías que optaron por abrir sus puertas a la pesca de eventuales clientes, fueran de donde fueran. Un pedido que también esta vez se escuchó en boca del titular de la Asociación Empresaria, Elías Soso, para reclamar que al menos los feriados puente sean optativos para no perjudicar excesivamente al comercio.