Tel Aviv/Gaza/Ramalá. — Israel puso ayer en libertad a 19 prisioneras
palestinas a cambio de un video que demuestra que el soldado Gilad Shalit, secuestrado hace tres
años, está vivo, lo que se considera un primer paso para un intercambio completo de prisioneros.
Hamas entregó el video de 2 minutos y 42 segundos con la prueba de vida de Shalit, de 23 años,
secuestrado en junio de 2006. En la grabación, el joven afirma que se encuentra en buen estado de
salud y que sus captores lo tratan de forma excelente. A cambio, Israel puso en libertad a 19
mujeres y otra más, madre de cuatro hijos, será liberada mañana. Sólo una se desplazó a Gaza con un
bebé de 20 meses que tuvo en prisión. Las otras 18 fueron a Cisjordania.
El líder de Hamas, Ismail Haniya, manifestó su esperanza en que estas primeras
liberaciones sean seguidas por un honesto y completo intercambio de presos. El premier israelí,
Benjamin Netanyahu, destacó el buen estado del soldado. "El camino ante nosotros es aún largo y
plagado de dificultades, pero para todos constituye un aliciente el hecho de que Shalit se
encuentre bien de salud", añadió.
Shalit aparece sonriendo al inicio, sin lentes y ante un trasfondo gris. Se lo
ve delgado, recién afeitado y con el pelo corto y vestido con un uniforme verde. "Shalom, soy
Gilad, hijo de Noam y Aviva Shalit y hermano de Hadass y Yoel, que viven en Mitzpeh Hila (...). Hoy
es lunes, 14 de septiembre de 2009 y como pueden ver, tengo en mis manos el diario Al Filistin,
editado en Gaza", dice en hebreo. "Llevo esperando mucho tiempo el día en que seré puesto en
libertad y espero que el gobierno actual no desperdicie ahora la oportunidad de cerrar un acuerdo
que me permita hacer realidad mi sueño y salir en libertad. Me gustaría saludar a mi familia y
decirles que los quiero y los echo de menos y que anhelo el día en volverlos a ver. Quiero decirles
que me siento bien de salud y que los mujaidines de las Brigadas Qassam —el brazo armado de
Hamas— me tratan de forma excelente", dice. Al final se levanta y camina para mostrar que no
está herido.
El Estado judío exigió una prueba de vida actual de Shalit para continuar las
negociaciones con el grupo Hamas. Desde su secuestro, su familia sólo ha recibido tres cartas y un
mensaje de audio. La última prueba de vida fue recibida en junio del año pasado.
Hamas exige 1.000 prisioneros palestinos a cambio de Shalit, pero las
negociaciones fueron infructuosas hasta el momento. Sin embargo, los analistas señalan que el grupo
islámico, que esta semana anunció que aceptaba una propuesta egipcia para celebrar elecciones
presidenciales y parlamentarias en la primera mitad de 2010, podría estar más motivado ahora a
cerrar un acuerdo sobre Shalit, para ganar votos.
Mientras, las 19 mujeres liberadas ayer cruzaron en jeeps del Comité
Internacional de la Cruz Roja los pasos fronterizos con la Franja de Gaza y Cisjordania, donde
fueron recibidas jubilosamente por familiares. En Cisjordania, desde el puesto de control, fueron
llevadas a los cuarteles presidenciales en Ramalá para reunirse con el líder palestino, Mahmud
Abbas.
En Gaza, Fatima Sak, de 42 años, detenida en mayo de 2007 en el paso de Erez
acusada de planear un atentado, fue recibida con vítores por Hamas. “Estoy muy feliz de
volver a ver a mi familia. Pero esta alegría es incompleta porque miles de palestinos siguen en las
cárceles israelíes”, añadió. El intercambio entre Israel y Hamas tuvo lugar con la ayuda de
un mediador alemán. Debido a un error de procedimiento de las autoridades carcelarias, Israel puso
en libertad sólo a 19 de las 20 mujeres acordadas. Una joven de 15 años que se encontraba en la
lista acordada ya fue puesta en libertad el miércoles, al haber cumplido ya su condena. En su lugar
será liberada mañana una mujer de 33 años de la Franja, madre de cuatro hijos, acusada de ser una
potencial suicida. El intercambio es el primero entre Hamas e Israel desde el secuestro de Shalit,
que obstaculizó el levantamiento del bloqueo israelí a Gaza, ya que Israel considera que la presión
es necesaria para obligar a Hamas a llevar a cabo negociaciones indirectas para ponerlo en
libertad.