Una mujer que era buscada desde el miércoles pasado cuando desapareció junto a su hija de casi dos años fue encontrada ayer muerta en una alcantarilla de la ciudad de Córdoba, mientras que la beba se hallaba junto al cuerpo de su madre con hipotermia y lesiones, y permanece internada aunque fuera de peligro.
Fuentes policiales informaron a Télam que la mujer fallecida fue identificada como Paola Acosta, de 36 años, por cuya desaparición está detenido e imputado de "homicidio calificado" su ex pareja y padre biológico de la nena, Gonzalo Lizarralde, de 33.
La mujer fue encontrada muerta ayer, alrededor de las 8, en una alcantarilla ubicada en la esquina de Zipoli e Igualdad, en el barrio Alto Alberdi, de Córdoba capital.
"A la alcantarilla llegamos por un aviso de una persona de la panadería de al lado, que haciendo las tareas de limpieza tiró el cesto de basura hacia la alcantarilla y ahí vio las piernas de una chica y a la bebé con una mirada inocente como pidiendo auxilio", relató ayer a la prensa Miguel Oliva, director General de Investigaciones Criminales de la Policía de Córdoba.
Según las fuentes, tras el hallazgo, la pequeña fue trasladada al Hospital Neonatal local y luego derivada al Hospital de Niños.
"Por suerte la niña está estable. El informe que tenemos de los primeros exámenes es que está fuera de peligro su vida. Tiene una fractura de fémur y múltiples lesiones, escoriaciones (?) Inicialmente estaba hipotérmica por eso fue que se la estabilizó en el primer centro asistencial donde fue atendida", indicó Fernanda Marchetti, directora del Hospital de Niños.
En el mismo sentido se expresó el ministro de Salud de Córdoba, Francisco Fortuna, y añadió que al momento de ser hallada la beba estaba "deshidratada".
Esperan la autopsia. Por su parte, Oliva señaló que aguardan para las próximas horas la realización de la autopsia al cuerpo de Acosta para poder "establecer la causa de la muerte y la hora exacta" de la misma y precisó algunos indicios apuntan a que el fallecimiento se produjo el mismo miércoles en que la mujer desapareció.
"Tenemos la duda respecto de cómo fue que la nena estuvo tantos días con pequeñas lesiones en su cuerpo y un poco de hipotermia", añadió el jefe policial.
Oliva contó que el lugar del hallazgo está ubicado a unas 10 ó 12 del domicilio del sospechoso detenido y a unos tres kilómetros de donde Acosta fue vista con vida por última vez.
Por su parte, la ex pareja de Acosta y padre de la beba permanecía ayer detenido por el caso luego de que la fiscal Eva Flores le imputó el delito de "homicidio calificado por el vínculo" en perjuicio de la madre de su beba.
No obstante, fuentes judiciales señalaron que la fiscal Flores deberá ahora determinar qué imputación le correspondería a Lizarralde por lo sucedido con la niña. "(El acusado) Se hizo presente (ayer) en la unidad judicial con un abogado defensor para presentar un escrito y automáticamente quedó detenido debido a que momentos antes la Fiscalía había dictado la detención", indicó Oliva.
Acosta y su pequeña hija Martina desaparecieron entre las 22 y la medianoche del miércoles pasado, cuando ambas salieron del departamento situado en Martín García al 200, del barrio San Martín, en Córdoba capital, donde vivían junto a dos hijos adolescentes de la mujer. En ese momento, Acosta salió a recibir a Lizarralde, quien iba a conocer a su hija y a pagar la cuota alimentaria de 1.400 pesos que se había fijado por orden judicial, ya que él había negado su paternidad y eso derivó en una causa que terminó en un análisis de ADN.
El 20 de agosto pasado, ese análisis dio positivo, por lo que el ahora imputado debía cumplir con su responsabilidad de girar una suma de dinero mensual para la manutención de su hija.
Según Oliva, al momento de encontrarse a la ex pareja, el sospechoso se hallaba en su vehículo Peugeot Express en el que luego se hallaron "vestigios importantes" que lo vincularon a la desaparición de Acosta y su hija.
De acuerdo a los investigadores, Acosta y el sospechoso habían mantenido una breve relación pero nunca llegaron a convivir y la última cita entre ambos se había acordado mediante mensajes de texto, que quedaron registrados en el teléfono celular de la mujer.
Tras salir a recibir a su ex pareja, Acosta desapareció junto a su beba, mientras que en su departamento se quedaron durmiendo sus dos hijos de 14 y 16 años.
Al otro día, los hijos varones de la mujer advirtieron la ausencia de ella y de Martina y alertaron a la Policía, que inició la búsqueda al tiempo que halló en su domicilio todos sus objetos personales como su celular, documentos y hasta la mamadera y los pañales de su hija. Desde un comienzo de la pesquisa, las sospechas se centraron en Lizarralde y anteayer la fiscal Flores ordenó su captura.
Según las fuentes, en la Peugeot Express del sospechoso se hallaron pequeñas muestras de sangre humana, pese a que el jueves pasado el hombre la llevó a un lavadero de autos, y esos rastros están siendo analizados por los peritos para determinar si son de Paola Acosta.
Un femicidio con larga agonía
Una mujer murió tras agonizar durante cuatro meses luego de haber sido atacada a ladrillazos, hecho por el que su ex pareja continúa detenida como sospechosa del ataque, en la localidad bonaerense de Lisandro Olmos, partido de La Plata, informaron ayer fuentes policiales. Se trata de Silvia Batista, una peluquera de 49 años que estaba internada en el Hospital San Martín de la capital provincial tras ser encontrada en mayo último en una zanja con su cabeza casi destrozada a ladrillazos. Fuentes policiales informaron a Télam que por el ataque fue detenida su ex pareja, identificada como Oscar Argüello Giménez, de nacionalidad paraguaya. El hombre mantuvo una relación con la víctima hasta enero último, cuando la mujer decidió cortar el vínculo a raíz de los maltratos.