Días pasados con un compañero de mi edad conversábamos sobre la actualidad y sobre el qué pasará después de las elecciones del 28. Tengo que decir que, lamentablemente, llegamos a una misma conclusión. Los dos, por nuestra edad, conocimos siendo jóvenes las crisis del 55, 56 y 63, y siendo adultos las del 66 y la década del 70. Y, ya siendo mayores, el 2001. La conclusión es que los actuales gobernantes no consensuarán con nadie, por más que las urnas lo indiquen. Primero, porque faltarán dos trimestres antes de entregar las bancas, (mucho tiempo). Segundo, porque ellos creen que son los poseedores de la verdad. Cuando uno tiene ese convencimiento, no tiene límite. Serán absolutistas por las buenas o por las malas. ¿Usted cree que, si no estuvieran decididos a todo, existiría un funcionario que tergiversara los índices económicos (sin miedo a ser juzgado)? Los "líderes" extremos o fundamentalistas tienen el pensamiento de que si un pueblo no sabe pelear por "sus" ideales, no merece existir. La historia está plagada de ejemplos. Esto va a empeorar mucho, antes de que mejore. No seamos hipócritas. El ciudadano común no lo merece. No existen soluciones mágicas.