En función del crecimiento exponencial de los casos de Covid, lo que genera una enorme cantidad de aislados por positividad o por contacto estrecho que está impactando en la fuerza laboral y por ende en la economía, las autoridades sanitarias y los especialistas que las asesoran evalúan en un futuro cercano volver a cambiar los protocolos para las personas que socializaron con una persona contagiada.
Recientemente, el plazo bajó de 14 a cinco días (más otros cinco de cuidados) para los que tengan esquema completo de vacunación y no presenten síntomas, pero los números de ausentismo laboral (en algunos rubros llega al 20 por ciento) generan la necesidad de revaluar estrategias.
Según la experiencia de otros países, en los que se buscó morigerar el impacto sobre la actividad productiva, podría pensarse en un esquema donde ya no se tengan que aislar esos contactos estrechos de positivos, siempre que no presenten síntomas y estén vacunados con las dos dosis.
Van a tener que conservar todos los cuidados, como usar el barbijo correctamente todo el tiempo, limpieza de manos con alcohol y distanciamiento, no meterse en multitudes ni eventos masivos, ni en lugares cerrados. Pero no van a tener que encerrarse, van a poder seguir con sus vidas, extremando las medidas ante el contacto con personas de riesgo.
Toda la cuestión sanitaria se analiza de forma dinámica en el transcurso del desarrollo de la pandemia, en función del avance y de la ocupación de camas, de la virulencia y de la capacidad de transmisión de la cepa, y sobre la base, claro está, de la masividad de la campaña de vacunación.
"Quizás en este caso, en algunos días nos demos cuenta de que por la baja capacidad de la variante Ómicron de generar enfermos graves o muertes y su alta transmisibilidad, con tanta población vacunada, haya que tomar otra medida en cuanto a los aislamientos por contactos estrechos, en función de no resentir la economía", explicó el vicedecano de la Facultad de Medicina, Damián Lerman.
En el mundo
En esa línea, el médico infectólogo del hospital Eva Perón y asesor del gobierno provincial afirma que se pueden citar ejemplos internacionales. "Hay, en un sector del mundo, una tendencia cada vez más grande a reducir el número de días de aislamiento. En Estados Unidos, desde el 28 de diciembre, y ahora Uruguay, las personas que fueron contacto estrecho, y que están correctamente vacunadas no hacen cuarentena, pero durante 10 días usan mascarillas y hacen un cuidado intensivo", detalló.
Esto, marca Lerman, se define en función de lo que se va observando día a día, teniendo en cuenta lo económico, pero también no saturando el sistema de salud. "Aparentemente, en este momento no estamos ante un sistema totalmente saturado, y eso debe ser evaluado en el tiempo, porque no se sabe lo que puede pasar cuando tengamos más casos de los que tenemos, cómo va a estar el sistema sanitario, las personas infectadas por esta variante, y cómo van a evolucionar", adelantó.
Por eso, y en función de retomar la dinámica social de la manera más responsable posible en la "nueva normalidad", el especialista cree que puede haber en algún momento -y como ya ocurrió- un cambio en las medidas preventivas, con un ojo en lo que pasa en los otros países que ya lo hicieron. "Quizás en un tiempo, si la gente se sigue inoculando y logramos sostener un buen comportamiento social, si esta variante predomina y no genera alto mortalidad ni la gente se enferma gravemente, puede pensarse en un futuro no tan lejano acortar más la cuarentena".
Idas y vueltas
Todo está sujeto a cambios, en función de la evolución de la pandemia y de la aparición de nuevas variantes, porque las diferencias geopolíticas hacen que haya sectores poco vacunados y grupos adversos a la vacuna en lugares donde las hay, y eso para Lerman "son caldos de cultivo para la aparición de cepas más peligrosas". Por lo tanto, llamó a "replantear la distribución de las vacunas y de la riqueza para que sea más equitativa, y en función de eso favorecer a todo el mundo, porque es la única manera de salir adelante. Acá ningún país se salva solo", advirtió.
"Esto habla también de la versatilidad, la misma que vimos con las idas y vueltas de los cierres y aperturas, y de los cuidados. No sabemos lo que puede pasar en un futuro con las nuevas variantes si no vacunamos al mundo. Capaz en un momento el contacto estrecho no se aísla, pero ante la aparición de una nueva cepa, lo volvamos a implementar", subrayó.
Por último, dijo que justamente eso ya está pasando de hecho con los profesionales de la salud de la provincia, ya que si es necesario y el sistema los necesita, está yendo igual a trabajar, aun habiendo sido contacto estrecho. "Esto lo torna injusto y confuso, porque deberíamos recibir el trato de cualquier trabajador", finalizó.