Una pareja de ancianos, ambos de 86 años, permanecieron 14 horas encerrados en el baño de su casa tras ser víctimas de una de las tantas variables del cuento del tío. Los abuelos fueron engañados por dos hombres y una mujer que, haciéndose pasar por amigos de una de sus hijas, se ganaron la confianza de la pareja y lograron entrar a su casa, en Tucumán al 8000. "Los golpeaban por separado y les decían que si no contaban dónde estaba la plata los iban a matar", recordó ayer Viviana, una de las hijas del matrimonio. Finalmente, los ladrones se llevaron 2 mil pesos, 20 dólares y otros objetos de valor.
En los confines de los barrios Antártida Argentina y Lomas de Fisherton, en la zona oeste de la ciudad, calle Tucumán tiene doble numeración: 8000 y 8500. En esa cuadra, en una coqueta casa de clase media trabajadora, reside la pareja asaltada. El jueves, aproximadamente a las 11, el hombre salió a hacer los mandados mientras su esposa se quedó en la vivienda. "Don, ¿no se acuerda de mí? Yo soy una de las amigas de su hija. ¿No se acuerda? Pero si durante años yo fui compañera de la escuela de su hija", le dijo al abuelo una mujer desde un auto en el que la acompañaban dos hombres. Así comenzó el cuento del tío que pudo tener aristas más dramáticas.
En la calle. Viviana, una de las hijas del matrimonio, fue quien se encargó de contar lo ocurrido. "Nosotros pasamos por la casa de mis padres dos o tres veces por día para ver que estén bien. El jueves fue un día con mucho trabajo y nos fue imposible pasar", indicó.
"Ellos (los ladrones) encontraron a mi papá en la calle cuando venía de hacer un mandado. Le dijeron que eran amigos de mi hermana, que habían estudiado con ella y hasta le dieron el dato preciso de dónde estaba ella en ese momento. También le dijeron que habían ido a la casa y que mi mamá no les había abierto. Entonces le preguntaron si mi mamá estaba allí o le había pasado algo. Y mi papá les dijo que estaba. Entonces le dijeron que querían pasar a saludar porque hacía mucho tiempo que nos los veían. Mi papá subió al auto y lo trajeron sin preguntar, sabiendo dónde estaba la casa", explicó Viviana, dejando claramente expuesto que el trío delictivo conocían detalles de la vida familiar.
"Entraron con mi papá y él llamo a mi mamá. Pero ella dijo que no los conocía. Entonces empezaron a decirle que no los recordaba porque había pasado mucho tiempo. A mi mamá les parecieron extraños y cuando ellos se dieron cuenta de que desconfiaba, los agarraron a los dos y los golpearon", explicó la hija de las víctimas.
Si bien es complejo precisar que cantidad de tiempo estuvieron los abuelos en manos de sus opresores, los ladrones revolvieron cada rincón de la casa buscando un premio mayor. "Ellos buscaban un sobre con dólares", indicó Viviana y agregó: "Mi mamá tenía en un sobre, en el placard, algo de dinero de la jubilación y eso fue lo que se llevaron. Además algunos objetos de la casa y los 20 dólares que guardaban de recuerdo" (ver aparte), describió.
"Los dejaron encerrados en el baño a eso de las 11.30. Y a mí una vecina me llamó cerca de la 1 de la mañana de hoy. Esta vecina conoce las costumbres de mis papás y vio que a la medianoche las persianas aún estaban levantadas, algo que nunca pasa porque ellos se acuestan temprano. Entonces se asomó y vio la casa revuelta. Ahí me llamó por teléfono", recordó Viviana.
Tras hacerse con el botín, los ladrones cerraron las puertas con llave y se fueron. Cuando Viviana encontró a sus padres ambos estaban muy golpeados, sobre todo su papá, quien tenía varios cortes en la cabeza que, por el tiempo transcurrido, eran imposible de suturar. "Cuando llegamos nos encontramos con la casa patas para arriba y con mis papás encerrados en el baño. Estuvieron allí catorce horas. Tuvimos que llamar al médico porque papá tenía un traumatismo de cráneo", concluyó Viviana.
Recuerdo
“Los 20 dólares que les robaron a mis padres estaban guardados en una cajita de cuando papá era remisero en el aeropuerto, hace como cuarenta años. En 1973 unos extranjeros subieron al remís y le pagaron el viaje con esos dólares que nosotros teníamos guardados en una cajita como los primero dólares que habían llegado a casa”, explicó la hija del matrimonio asaltado.