Respecto de los maíces tradicionales, los flint tienen Roes ilimitados, con lo cual genera un negocio para el productor, con independencia de los vaivenes políticos de turno.
Casi todo lo que se produce en la Argentina se destina a exportación, al mercado europeo. En cuanto a los exportadores, los hay grandes como Dreyfus, Cargil y ACA, pero también hay exportadores más chicos que entran en juego en la cadena. Luego, en Europa hay dos empresas que compran maíz flint que dos molinos: Codrico (holandés) y Dacsa (española pero con base en otros países). "Compran el maíz, lo muelen, sacan los famosos grits y eso se vende. La cadena de comercialización está más cerca del consumidor final, uno de ellos es Kellogg's pero también hay otras empresas grandes", detalló el especialista.
El maíz tiene otros usos además de los copos del desayuno: la harina, el pericarpio y germen, que por tener un alto porcentaje de aceite, se vende con un valor agregado respecto a otro maíz.
En Argentina este maíz tiene usos industriales en la empresa Arcor y algunas cerveceras y fabricantes de snacks, por citar algunos de los consumidores más importantes.
"Este es un maíz específico. Sus más de 100 mil hectáreas en Argentina están muy diversificadas en zonas. Los proveedores de las empresas europeas están situados en regiones muy distintas y hay muchísimos lotes en zona núcleo", dijo Borrás.
Claves de manejo. "Un concepto bastante arraigado sobre el maíz flint, que hemos estudiado desde la Facultad de Agrarias, es que se lo ve como más rústico, como un maíz que tolera mejor el stress. Proviene de ser un maíz más tradicional", indicó Borrás. Tras ese concepto hay una definición fundamental: dónde ponerlo, si en las mejores o en las peores condiciones ambientales. "En general, la diferencia de rinde entre maíz flint y dentado es que el primero rinde 10-20 por ciento menos, dependiendo de qué genotipo específico se esté comparando para ambos maíces y qué tipo de ambiente", señaló.
Aclaró al respecto que "lo que vimos es que la diferencia se amplifica en condiciones donde el índice ambiental es muy bajo. Es decir que éste no es un maíz que tenga más tolerancia al stress".
Nitrógeno y densidad, de hecho, son dos de las principales condiciones que cabe atender en cuanto al manejo. Otra clave está en el binomio humedad-cosecha. "No podés cosechar con cualquier humedad, sino el secado después genera rajaduras en el grano, y eso implicará grits más chicos saliendo del molino y luego, copos de maíz más chicos. El mercado europeo quiere copos que sean grandes, que tengan color, por eso el maíz es característicamente colorado y duro. Quieren que mantengan la turgencia, eso es muy importante, que sean crunchi, crujientes. Eso lo provee el maíz flint. Eso el europeo lo reconoce y lo paga. Hay otros copos, de otra calidad, que vienen de otro tipo de procesamiento, que cuando uno los pone en contacto con líquido, se vuelven una masa pastosa".
El manejo específico tiene varias aristas, atadas a las características del maíz flint. "Al ser éste un maíz no transgénico, tiene un manejo de insectos particular, como si fuera un maíz clásico. Las fechas óptimas son las tempranas, para escaparle a la diatraea, a spodoptera y todas las plagas tradicionales. A pesar de ello, hay algunos lotes de maíz flint que se están sembrando como maíz tardío, producto de algunas tecnologías para el control de insectos mucho mejores a las que teníamos antes".
Por otro lado, está el tema de la "identidad preservada". Cada productor que hace maíz flint, lo hace bajo un contrato con un exportador o un usuario final interno. "El contrato prevé su aislamiento, para mantenerlo limpio de transgénicos o libre de polen que le cambie la calidad al grano. Cada exportador tiene el GPS del lote, el manejo específico porque así lo requiere el sistema de trazabilidad del producto que viaja a Europa", señaló el investigador.
¿Y el precio? El contrato por maíces flint encierra una prima por arriba del valor del maíz clásico, la misma que cubre la mencionada diferencia de rendimiento. El porcentaje es un rango de acuerdo al genotipo específico y la condición ambiental y se fija antes de la siembra.
"El precio del maíz afecta mucho la conveniencia del cultivo, ya que la prima vale mucho más en una situación que en otra. Pero así todo, el productor entra muchas veces a este sistema, por un tema de diversidad de su producción", dijo Borrás y señaló que "pocos hacen 100 por ciento de este cultivo, lo ven como parte de su portfolio y así lo mantiene. En este sentido, los productores de maíces flint son muy estables. Los proveedores de los molinos encuentran que estos productores no cambian", agregó.
Una cadena sustentable. "A nivel mundial somos los únicos, en cuanto a poder generar esta calidad y este volumen", afirmó Borrás. Esa es una ventaja importante y a la vez un riesgo para el consumidor final. "De este modo, para ellos una jornada de extensión como la que haremos, es importante". La necesidad que rige es la de mantener la cadena ligada para que ningún problema vaya en contra de su sustentabilidad. Por eso uno de sus consumidores finales, Kellogg"s, estará presente, para explicarle al productor la importancia de lo que hace, que entiendan que lo que están generando es un producto de alto valor en el supermercado europeo.
"En Europa los copos de calidad provienen de maíz flint argentino", afirmó el organizador.
Por otro lado, la jornada abundará en distintas charlas que tenderán a optimizar el proceso de producción, siempre dinámico, apostando a tecnologías nuevas. Se buscará discutir los problemas que se generan en la cadena, que afectan y son los mismos para todos, en general.
"Poner en común las estrategias de manejo de insectos y fechas de siembra en un maíz no transgénico; de elección del genotipo y manejo de nitrógeno cuando se está pensando no sólo en rendimiento sino también en calidad. Prácticas de manejo que habrá que optimizar para que el productor, per se, tenga un buen negocio final y sea sustentable para llegar al exportador, para que continúe la cadena", detalló Borrás, sobre lo que será el programa del evento.
"Mirás hoy quienes vendrán a la jornada y están todos", se enorgullece su organizador. Los sponsors, los proveedores, los generadores de genotipos, las empresas que se ocupan del manejo de insectos, los molinos europeos, los consumidores finales, el Inta.
Entre los nombres de la grilla, cabe mencionar a Herbert Almeida, de Kellogg"s, quizás el más destacado de todo por conocer el gusto del consumidor final y además, es el encargado de los maíces especiales a nivel mundial de la empresa. Los dos molinos estarán también presentes: "De Codrico, estará Erwin Kuiper, técnico de alimentos, la persona que se dedica a la parte de procesamiento y generación de productos nuevos en la planta de Holanda, Rotterdam". Desde Dacsa viene Paco Martí, gerente de la planta de Liverpool".
El futuro. Para Borrás el escenario a futuro es, por lo menos, de estabilidad. "La demanda europea es constante. En los últimos años vino gente ligada al negocio que nunca antes había venido, enfocados en mantener la cadena y en que el negocio sea sustentable", dijo.
Los copos de desayuno se consumen mucho en Europa pero tampoco se proyecta que crecerá mucho más esa demanda. "En Sudamérica sí, nosotros estamos creciendo en consumo. Es un hábito que de a poco se va tomando en Argentina, en Brasil", señala el especialista.
"Lo que sí es importante entender es el mercado de los no transgénicos, donde el flint es uno de los pocos que quedó como speciality no transgénico. EEUU está demandando cada vez más estos productos. El consumidor está mirando de cerca y discriminando productos en función de este factor. Es una demanda emergente con potencial muy grande", agregó.
El copo de alta calidad viene de un maíz de alta calidad. Y la clave es mantener la cadena.