El mundo recibió el año 2009, muchos con el propósito de reducir gastos luego del año más complicado en materia financiera de las últimas décadas.
El mundo recibió el año 2009, muchos con el propósito de reducir gastos luego del año más complicado en materia financiera de las últimas décadas.
Cuando los parisinos dejan de comprar champán, ostras y paté de foie para despedir el Año Viejo, uno puede estar seguro de que las cosas no andan bien. "No vamos a celebrar a lo grande, estamos siendo cuidadosos", dijo el arquitecto Moussa Siham, de 24 años, en París. "Comeremos pescado durante la cena de Año Nuevo".
Unos dos millones de personas se aglomeraron hasta la madrugada de ayer en la turística playa de Copacabana, en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, para recibir 2009 y disfrutar de la espectacular exhibición de fuegos artificiales. En la tradicional fiesta de Año Nuevo fueron quemadas cerca de 24 toneladas de fuegos artificiales, en una exhibición de 20 minutos, que emuló a los cuatro elementos de la naturaleza: fuego, tierra, agua y aire.
Muchos franceses sí descorcharon el champán y se abrazaron en la famosa avenida de los Campos Eliseos, pero incluso los clientes en la zona lujosa que rodea la Torre Eiffel redujeron sus compras para la fiesta tradicional de Año Nuevo.
En Nueva York, cientos de miles de personas se concentraron en la fría Times Square, donde descendió la tradicional esfera de cristal a la medianoche, que fue accionada por el ex presidente Bill Clinton y su esposa Hillary.
La primera. Sydney fue la primera gran ciudad del mundo en recibir 2009, con un caleidoscopio de luz que bañó su puerto y causó el júbilo de más de un millón de personas. Randolph King, de 63 años y residente en York, Inglaterra, trató de olvidar las pérdidas de su fondo de retiro sentado en una colina junto a la bahía de Sydney y esperando el espectáculo de fuegos artificiales de la ciudad. "Estoy esperando 2009 porque las cosas no pueden empeorar mucho", dijo.
Protestas. En Grecia, una turba causó destrozos en la madrugada de ayer en unos diez bancos y en dos comercios de autos usados en los alrededores de Atenas, informó la policía. La policía se había preparado para más hechos de violencia en el Año Nuevo, tras los disturbios ocurridos durante buena parte de diciembre, luego de que las fuerzas policiales mataron a tiros a un adolescente.
En Islandia, la transmisión anual del festejo de Año Nuevo, en el que participaría el primer ministro, salió del aire luego que un grupo de manifestantes atacó el hotel donde se grababa el acto.
En Londres, el alcalde Boris Johnson trató de arengar a todos a no dejarse derrotar, con un mensaje de Año Nuevo proyectado en el muro del edificio Shell. "Hay quienes dicen que debemos de esperar lo peor en 2009", dijo Johnson. "Quiero citar al coronel Kilgore en (la película) «Apocalipsis Now» cuando dijo que «algún día, capitán, esta guerra va a terminar»".
En Hong Kong algunas personas admitieron que estaban demasiado deprimidas por sus problemas monetarios para sumarse a las celebraciones. Y en Malasia el gobierno decidió no patrocinar ninguna fiesta.
En India, mucha gente estaba contenta de ver el fin de 2008, durante el cual el país fue sacudido por ataques terroristas en varias ciudades, culminando con tres días de violencia en Mumbai que dejaron 164 muertos.
En Tokio, decenas de voluntarios revolvieron enormes cazuelas de sopa de arroz, colocaron tiendas de campaña y repartieron mantas para los pobres.
Cinco personas muertas y 65 más heridas, la mayoría aborígenes, dejó la explosión de una granada en un establecimiento público de un pueblo indígena del noreste de Colombia, en donde unas 150 personas celebraban el Año Nuevo.
Y en Argentina, una niña de dos años murió en la madrugada de ayer carbonizada en una vivienda del barrio Margen Sur en la ciudad fueguina de Río Grande, cuando no pudo ser rescatada mientras se incendiaba la vivienda donde festejaba junto a su madre y tres hermanos.
Tragedia en una disco de Bangkok
En la capital tailandesa, al menos 59 personas, incluidos varios extranjeros, perecieron al incendiarse un exclusivo club nocturno donde un millar de juerguistas celebraba el Año Nuevo. Unas 130 personas más resultaron lesionadas a consecuencia del siniestro, que estalló poco después de la medianoche en el Santika Club, en Bangkok. (AP, DPA, Reuters y DyN)