La policía bonaerense desalojó ayer con topadoras una gran cantidad de puestos ilegales que se instalaron desde noviembre en el Camino de la Ribera, en el partido de Lomas de Zamora, al costado del predio ferial La Salada.
La policía bonaerense desalojó ayer con topadoras una gran cantidad de puestos ilegales que se instalaron desde noviembre en el Camino de la Ribera, en el partido de Lomas de Zamora, al costado del predio ferial La Salada.
El operativo fue llevado adelante a partir de las 3 de la madrugada por unos 600 efectivos de Infantería y Caballería de la Bonaerense, que actuaron en el marco de una orden judicial de la UFI Nº 4 de Lomas de Zamora, que además de la irregularidad de los puestos investiga causas por extorsión, portación de armas y robos en la zona, según indicaron fuentes policiales.
En el lugar hubo tres muertes en el término de cinco meses, en casos que según los expedientes judiciales involucra a barrabravas que buscan quedarse con un negocio que mueve hasta 300 millones de pesos al año.
El desalojo se realizó en una extensión de diez cuadras sobre el denominado Camino de La Ribera, cuando la mayoría de los puestos se encontraban sin mercaderías y sin sus dueños presentes.
Para la remoción de las estructuras se utilizaron topadoras y una veintena de camiones de la Municipalidad de Lomas de Zamora, sin que se registraran víctimas ni heridos, y sin enfrentamientos con los puesteros.
El intendente municipal, Martín Insaurralde, explicó que los puestos involucrados "se encontraban instalados" en lo que se llama el camino de sirga y que "había sido liberado hace varios años por la comuna". Recordó que Lomas de Zamora "fue el primer municipio" que dio cumplimiento al llamado "fallo Mendoza" de la Corte Suprema de Justicia, que ordenó la liberación de las márgenes del Riachuelo hasta una distancia de 35 metros. En el caso de la zona cercana a La Salada fue construida una calle ribereña, parte de la cual "fue ocupada" por los puestos, según dijo Insaurralde.
"A los tiros". Por su parte Jorge Castillo, administrador de Punta Mogote, unos de los tres sectores en los que está dividido el complejo cerrado de La Salada, estimó que el operativo desarticuló "unos cinco mil puestos ilegales a la vera del Riachuelo".
"Hasta noviembre, esa parte estaba libre, pero desde entonces vino el descontrol y se llenó de puestos, con la ocupación de una mano", dijo al canal TN.
Al ser consultado sobre el operativo de desalojo, Castillo precisó: "A las 6 me llama la guardia para decirme que estaba lleno de policías, que había topadoras, y no entendían nada. Después se vio que agarraron los puestos y los aplastaron".
Castillo afirmó que en La Salada hay "unas 40 mil bocas de expendio" y advirtió que los puestos desalojados "son de la parte ilegal".
En diálogo con radio El Mundo, Castillo dijo que "una parte de la policía bonaerense, para ser más específico la 10ª de Ingeniero Bunge, cobra plata para permitir instalar los puestos" en el Camino de la Ribera. "En la Ribera los problemas se resuelven a los tiros", agregó, al recordar que al menos tres personas murieron en esa zona por disputas por los puestos. Asimismo, vinculó a "barrabravas" con el accionar ilegal en ese lugar por afuera del predio La Salada .Castillo dijo que los puestos desalojados "están fuera del predio" y señaló que la vía pública "no tiene dueño, por eso se instalan allí".
"Es parte de la parte informal de La Salada", indicó y dijo que los puestos desalojados "no pertenecen a las ferias grandes que están habilitadas y tributan, son los famosos manteros que van y se ponen en la calle".
En tanto, puesteros desalojados denunciaron ayer que pagaban unos 500 pesos por día para alquilar esos puestos callejeros de venta ilegal en el Camino de la Ribera y advirtieron que volverán a instalarse en la zona como "manteros".
Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) afirmó ayer que el desalojo "constituye un primer paso positivo para erradicar este flagelo que azota al comercio legal y organizado, tal como lo viene denunciando nuestra entidad desde hace varios años".
Indicó que en la feria "además de vender mercadería ilícita lo hacen en condiciones que violan todas las normas de salubridad".
El presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires, Raúl Lamacchia, consideró ayer "sumamente positivo" el operativo para desalojar los puestos ilegales en el margen del Riachuelo, pero exigió también "la normalización de los puestos en el interior de La Salada", predio al que definió como "emblema mundial de la ilegalidad".
Una feria basada en la venta de marcas apócrifas
La Feria La Salada (la legal, aledaña a la desalojada) es un complejo ferial, ubicado en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, que desde sus orígenes ha ido evolucionando hasta convertirse en un enorme conglomerado humano y económico de trascendencia internacional, que basa su funcionamiento en la comercialización de productos de marcas apócrifas.
Los orígenes de la Feria La Salada datan de 1991, cuando un grupo de personas, muchas de ellos de origen boliviano, se instalaron en el barrio lomense de Ingeniero Budge en unos terrenos donde en tiempos de Perón estaban los balnearios La Salada y Punta Mogote. En un principio montaron sus propios puestos rudimentarios y vendían distintos tipos de productos, ya sean confeccionados por ellos o importados. Cuando comenzaron a crecer reunieron a sus familias, y luego establecieron una sociedad: Urkupiña SA, que luego se dividió en Cooperativa Ocean y Punta Mogote S.A. En 1990 comenzaron a vender productos traídos de Paraguay.
Uno de los grandes saltos en el crecimiento de la feria, se dio a finales de 2001 y principios de 2002, durante el estallido socioeconómico de la sociedad argentina en ese período. Miles de personas habían sido arrojadas al desempleo y a la marginalidad, y por eso el informalismo era una situación económica atrayente y necesaria.
De ese modo miles de argentinos de clase media se volcaron a la feria para acceder a los bajos precios e hicieron de este su medio de vida revendiendo sus productos.
La ONG antiesclavista La Alameda, junto con la Confederación General del Trabajo, presentaron una denuncia penal a la Administración Fiscal de Ingresos Públicos para que investigue talleres textiles que producen mayormente para la Feria La Salada por evasión fiscal y trabajo esclavo, luego de realizar distintos relevamientos mediante cámaras ocultas y registrar situaciones de trata de personas, trabajo forzoso y violación de la ley de trabajo a domicilio.
En un video denominado "La Salada esclavitud", la ONG asegura que la feria de Lomas de Zamora factura 150 millones de pesos por día y se sustenta en 30 mil talleres clandestinos en los que se violan distintas normas de higiene, documentación y, en algunos, registraron trabajadores en condiciones de tráfico ilegal. "Políticos, punteros, policías e inspectores reciben coimas para permitir este sistema de explotación", sostienen.
"La prenda te la pagan 40 centavos", dice una costurera frente a cámara mientras cuenta que los turnos se extienden por más de 11 horas. En el texto detallan la dirección de los tres talleres registrados mediante cámara ubicados en Capital Federal, pero la ONG estima que la situación se repite en al menos otros 40 talleres textiles que centralizan su producción en La Salada.