No recuerdo mucho cómo eran las campañas políticas cuando yo era chica. Recuerdo sí el televisor en blanco y negro y que los niños no teníamos participación en las conversaciones de adultos en materia política, nuestros padres nos mantenían al margen de ella y de otras cuestiones que no eran acordes a nuestra infancia. Hoy veo sin asombro pero con total desacuerdo que un niño participa de una propaganda en una absurda escena en la que le entrega una nota a un político. ¡Qué tierno! Por favor, un niño de la edad que aparenta no sabe leer y menos escribir. Cómo pueden involucrar a un infante en esto que es tan para adultos como son las cuestiones de política. Un nene debe estar contenido, educado, respaldado y protegido bajo la mirada de sus padres, que son los responsables absolutos de esa mente en constante crecimiento. Y a esa edad sólo cabe la educación escolar y el juego, por medio del cual también aprende. Así estamos los que tenemos la dicha y la difícil tarea de la educación escolar. Es que muchas veces esas cabecitas encierran preocupaciones y responsabilidades que los grandes ponen, y que los chicos toman como serio y propio, sin poder resolver nada. Así se malogran los espacios de la infancia, etapa de desarrollo y aprendizaje para enfrentar luego la adolescencia y la adultez. Confío en que haya alguien que pueda vera que un niño es un adulto en potencia, pero en el presente es solo es un niño.